Todo naufragio genera mitos, incertidumbres, leyendas, más aún cuando –desgraciadamente– no hay sobrevivientes, ya que lo que reina es el misterio y, entonces, surgen comentarios que nada tienen que ver con la realidad. El remolcador Guaraní, construido en los Estados Unidos, había llegado a la Argentina en 1947. Era un buque de 43 m de eslora 10,20 m de manga, 4,8 m de calado y 982 toneladas de desplazamiento, que estaba de estación en Ushuaia.
¿Qué significa estar de estación en Ushuaia?
La Armada Argentina normalmente tiene barcos en forma permanente en la zona, pero tiene además buques de estación, que son los que se encargan del reaprovisionamiento, en este caso, de los distintos puestos fijos a lo largo del Beagle, de las tareas oceanográficas, de apoyo a la población y de las búsquedas y rescates que puedan ocurrir en la zona.
Corría el mes de octubre del año 1958, la Armada recibe una solicitud del Destacamento Naval Antártico Melchior respecto a la necesidad de unos medicamentos para una operación de apendicitis que debía realizarse a un cabo del destacamento (meses antes el jefe de la base había fallecido mientras se le realizaba la misma operación; por eso en la actualidad todo persona que va a la Antártida a invernar un año tiene que estar operada de apéndice; lo que se llama apendicectomía profiláctica).
Ante la situación planteada, la Armada ordena que un avión realice el aprovisionamiento de los medicamentos necesarios, ya que no se podía dar el lujo de perder otro hombre. Y un buque no podía llegar por los hielos que hay en esa época del año. Se ordena entonces que un avión DC4 de la Primera Escuadrilla de Transportes Aeronavales realice el vuelo desde la Base Aeronaval Río Grande hasta el destacamento Melchior, distante 783 millas (unos 1.260 km). Ante la eventualidad y para asegurar la autonomía se le instalaron al avión tanques de combustible adicionales.
Destacamento Naval Melchior
El Destacamento Naval Melchior fue la segunda base Argentina en la Antártida, la primera fue la Base Orcadas en 1904. Situado en la isla Observatorio, fue creado el 31 de marzo de 1947 y en ese momento tenía 36 personas. La intención fue crearlo como apoyo de las observaciones meteorológicas y científicas que se hacían con el objeto mejorar los pronósticos climáticos de nuestro país. Desde 1947 y hasta 1961 funcionó como base permanente, ahora es una base temporaria, lo que significa que solo se abre en verano con la llegada del rompehielos ARA Almirante Irizar.
Situada entre glaciares, aguas antárticas congeladas y antenas, el vuelo debía realizarse con mucha precisión, considerando además que solo disponían de pocas horas de luz dada la época del año: octubre. La tarea del DC4 no era fácil: el cruce del Drake y un vuelo rasante sobre la Melchior entre los 20 y 30 metros de altura para que el lanzamiento fuera exitoso.
Pero la Armada no podía permitir que el avión no tuviera un apoyo, por eso designó al remolcador A.R.A Guaraní para apoyarlo en cruce del Drake. En ese momento, y como pasa en muchas situaciones, el al A.R.A Guaraní no tenía la dotación completa. Mucho personal estaba en uso de su licencia en el continente, por lo que completó la dotación con personal de la Base Naval Ushuaia.
El despegue del DC4 estaba previsto para el día 15 de octubre a las 6 de la mañana, desde la base aeronaval de Río Grande. Es así que el 14 de octubre de 1958, un día antes a las 06:00 hs el A.R.A Guaraní zarpa, navega el Beagle, y para ir hacia el Drake rumbo sur lo hace por el paso Picton, ubicado entre las islas Picton y Navarino.
Estando a 10 millas al suroeste de la isla Nueva el remolcador informa que tenía que buscar un reparo, ya que la fuerza del mar y de los vientos que estaba soportando le habían hecho volar cuarteles, que son las tapas de las escotillas de la cubierta. Al tiempo que manifestó que el agua del temporal hacía que el agua entrara a la sala de máquinas y a las cubiertas inferiores. Al no existir sobrevivientes, las conjeturas que hago son las propia que haría un marino que conoce la zona y analiza que haría en esa situación.
Si bien dijo desde el Guaraní informaron que irían a la isla Nueva, por la posición de la segunda comunicación es de suponer que se iba a dirigir a Puerto Español, en Bahía Aguirre, lugar donde normalmente buscan refugio los buques que navegan esas zonas. Esta segunda comunicación a las 19:19 fue la última y se realizó a 7 millas náuticas al sur de cabo Hall luego de ello se perdió todo contacto.
A todo esto, el DC4 ya había realizado exitosamente el lanzamiento de las medicinas solicitadas, a lo que agregaron víveres y revistas. Pero al cortarse las comunicaciones, la Armada se contacta con el avión que regresaba de Melchior, y en conocimiento de que tenía combustible le ordena comenzar la búsqueda del A.R.A. Guaraní, lo que hace a partir del punto de la última comunicación en un sistema de búsqueda rectangular expandida entre la isla Nueva y la Isla de los Estados.
Al no recibir más información del Guaraní ni del avión, la Armada lo declara en emergencia e inicia las tareas de búsqueda y rescate. Ordena entonces al remolcador A.R.A. Diaguita a que zarpe de la base naval Mar del Plata y a los destructores A.R.A. San Luis y A.R.A Cervantes a que hagan la misma maniobra desde la Base Naval de Puerto Belgrano. A la búsqueda se agregan otro avión DC4, un Avro Lincoln de la Fuerza Aérea Argentina, un avión de Aerolíneas Argentinas y las fragatas chilenas Covadonga e Iquique.
La búsqueda se centra fundamentalmente entre el cabo San Pío y el cabo Buen Suceso, eso es en la costa sur de la península Mitre de la isla de Tierra del Fuego, y en la Isla de los Estados: bahía Oeste, bahía Franklin y bahía Crossley. La búsqueda se realizó durante varios días, hasta que se encontró un cajón con el nombre de Guaraní, y una réplica en madera de dicho buque que seguramente algún tripulante había hecho.
El Destructor A.R.A. Cervantes encontró también manchas de combustible, más al este de la posición, por lo que gran parte de la búsqueda se centro en la Isla de los Estados: las corrientes y los vientos podían derivar los elementos o los sobrevivientes hacia esa zona. En definitiva, el punto que se estima del naufragio está ubicado a 6,5 millas náuticas de la marcación 161 grados verdadero del cabo Buen Suceso, dato que se estima en función de las manchas de combustible encontradas, considerando la profundidad y las corrientes de la zona.
Hoy, 15 de octubre de 2020 se cumplen 62 años de este hecho que, como ocurrió con el rastreador Fournier y el submarino San Juan, lamentablemente no dejó sobrevivientes. A todos ellos intentamos homenajear con esta nota al mantener vivo el recuerdo.
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