La inesperada presencia de un aguará guazú en el Casco Histórico de la ciudad de Santa Fe capital causó tanta sorpresa como miedo entre las numerosas personas y conductores que a diario circulan por el centro santafesino.
Según denunciaron varios vecinos, el animal se encontraba en el hall de entrada de un edificio ubicado frente a la Plaza 25 de Mayo, más precisamente en la intersección de las calles General López y San Jerónimo, cuyos moradores temían entrar y salir del mismo por miedo a ser atacados por el aguará guazú que, por su parte, en ningún momento pareció preocuparse ante la gran cantidad de personas que se acercaban para sacarle o fotos o filmarlo.
Tras recibir más de una veintena de llamadas a la central de emergencias 911, varios patrulleros acudieron de inmediato al lugar para tratar de descomprimir la situación y esperar la llegada de los especialistas en rescates de animales.
Una vez en el lugar, los rescatistas montaron un operativo cerrojo especial que consistió, en primer lugar, en contener al animal para que no se pusiera nervioso ni intentara escaparse y, luego, capturarlo.
Según relataron los rescatistas, para poder atraparlo utilizaron técnicas no invasivas y, tras lograr reducirlo e introducirlo en una jaula, se comunicaron con la Subdirección de Ecología del Ministerio de la Producción, Ciencia y Tecnología del Gobierno de la provincia de Santa Fe para planificar su liberación.
Totalmente inofensivo para las personas como así también para el ganado, el aguará guazú es un cánido que puede superar el metro y medio de largo, desde la punta del hocico a la punta de la cola, y pesar entre 20 a 30 kilos.
Llamado también lobo de crin o zorro grande, es uno de los Monumentos Naturales de la provincia de Santa Fe, al igual que el venado de las pampas, en tanto que su hábitat natural son los pastizales, bañados, esteros y bosques en un área que se extiende precisamente desde el centro norte de Santa Fe hasta Bolivia, Brasil, Paraguay y Perú.
Comentarios