Un pelícano pardo que había sido rescatado en junio de 2010 tras el derrame de petróleo que tuvo lugar en la plataforma petrolera en alta mar Deepwater Horizon, que asfixió al Golfo de México con más de 400.000 toneladas de ese combustible, logró regresar a su casa después de 11 años.
El petróleo se derramó de la tubería durante 87 días, causando una enorme destrucción ambiental en toda la costa mexicana con efectos que aún siguen vigentes en la zona.
De hecho, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, se estima que murieron entre 5.000 a 102.000 aves a causa de ese trágico incidente. En tanto que, lamentablemente, de las poco más de 5.000 aves que fueron rescatadas oportunamente, apenas 582 pudieron ser rehabilitadas con éxito.
Tras ser encontrado el 14 de junio de 2010 con su cuerpo totalmente cubierto de petróleo, el ave fue llevado un centro de rehabilitación donde, tras recuperarse, fue liberado. Ahora, casi 11 años después de esa traumática experiencia, el pelícano está de nuevo en el lugar donde nació, tras volar nada menos que 1.126 kilómetros.
"Es realmente impresionante que haya regresado de Georgia", comentó, a través de un comunicado de prensa, Casey Wright, jefe del Departamento de Vida Silvestre y Pesca de Louisiana (LDWF) que logró fotografiar al pelícano mientras descansaba sobre una roca de la isla Queen Bess, en la bahía de Barataria.
El ave fue identificada gracias a la anilla que se le había colocado en su pata derecha tras ser rescatado del Empire Jetty, en la bahía de Barataria, tras el derrame de petróleo que comenzó el 20 de abril de 2010 y que dejó un saldo de cientos de animales marinos muertos, ya sea porque no pudieron nadar o volar debido al derrame, o como consecuencia de la exposición tóxica a los hidrocarburos en el petróleo que se les filtraron en el torrente sanguíneo a través de la piel, de los ojos y de los orificios.
Según explicó Wright, uno de los principales factores que le permitieron a este pelicano pardo (Pelecanus occentalis) poder regresar a su casa es la excelente capacidad de búsqueda que presenta esta especie que en el invierno viajan más al sur, hacia los trópicos, para, regresar a su colonia de nacimiento durante la temporada de reproducción.
"Se cree que los pelícanos pardos, como la mayoría de las aves marinas, están programados genéticamente para regresar a su colonia de nacimiento para reproducirse, a pesar de moverse largas distancias durante la temporada de no reproducción", comentó, por su parte, el ornitólogo Robert Dobbs.
"Esa puede ser una generalización demasiado simplista, pero volver a avistar los datos de pelícanos anillados a menudo respalda ese patrón”, concluyó.
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