Una joven hembra de ciervo de los pantanos fue liberada tras dos meses de rehabilitación en la Reserva de Biosfera ubicada en la localidad bonaerense de San Fernando.
Itatí, tal cual fue bautizada la pequeña cierva de siete meses, había sido rescatada en una vivienda particular en las islas del delta bonaerense por la Brigada de Control Ambiental (BCA) del Ministerio de Medio Ambiente de la Nación, junto a especialistas del Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), de la municipalidad de San Fernando y de la Fundación Temaikén
La selección del nombre se realizó mediante un trabajo con la comunidad y escuelas locales, que participaron activamente del proceso. Itatí significa tanto piedra blanca, refiriéndose a su fortaleza, y también hace alusión a la Virgen de Itatí.
Un ciervo extinto estaría vivo
Si bien al verla desprotegida y sin su madre – posiblemente victima de cazadores furtivos-, en un primer momento los isleños que la habían encontrado la llevaron a su casa y la cuidaron en un corral, con el correr de los días se dieron cuenta de que necesitaba de la atención y del cuidado de especialistas por lo que se contactaron con la BCA para que se hicieran cargo de su correspondiente rehabilitación.
Así, la pequeña cierva fue trasladada a las instalaciones de la Fundación Temaikén, en Escobar, para comenzar con su recuperación física y comportamental. Y, tras su recuperación, finalmente la cierva de los pantanos fue liberada y ya se encuentra nuevamente disfrutando de la vida en su hábitat natural.
Previo al traslado al Delta, se le realizó una última revisión veterinaria en la que los especialistas de Proyecto Pantano le colocaron una caravana en su oreja que los ayudará a seguir de cerca todos sus movimientos y, de esa manera, poder obtener valiosa información para recomendar acciones de conservación para la especie que se encuentra en peligro de extinción.
Características del ciervo de los pantanos
El ciervo de los pantanos es el cérvido autóctono más grande de Sudamérica. Esta especie se encuentra en peligro de extinción y fue declarada Monumento Natural, figura de máxima protección legal que la provincia de Buenos Aires otorga a un animal silvestre.
El Delta del Paraná sostiene la población más austral y amenazada del país. La destrucción de su hábitat y la caza son las principales amenazas que enfrentan sus poblaciones.
Los adultos llegan a pesar unos 150 kilogramos. Pueden alcanzar unos 2 metros desde la cabeza a la cola y una altura de hasta 1,30 metros a nivel de la cruz. Tienen pelaje pardo rojizo y negro en las patas. Los machos desarrollan grandes astas y, al igual que todos los ciervos, su cornamenta cae cada año.
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