Las fatalidades se producen todos los días y en todos lados. Los motivos son más que variados, pero hay algunos que rozan lo irreal. Cómo sucedió en Sulaymaniyah, Irak, el 22 de agosto de 1888, cuando la caída de un meteorito mató a un hombre y dejó paralítico a otro. Este insólito hecho está siendo estudiado por investigadores de la Ege University, Turquía, por lo que sería el primer caso documentado de un hombre que muere por el impacto de un meteorito. La credibilidad del hecho se basa en tres manuscritos escritos en turco otomano, que fueron extraídos de la Dirección General de Archivos Estatales de la Presidencia de la República de Turquía.
En el primer escrito analizado se cuenta que el rastro de humo del meteorito avanzó hacia la aldea de Dilaver, en territorio de la actual Irak, donde sus habitantes agradecieron a Alá por no haber lamentado ninguna muerte. Un hecho similar también se vio desde el poblado de Jurmal, hoy conocido como Gulambar.
El impacto del meteorito provocó una enorme explosión, que fue seguido por la caída de varios fragmentos de este. La lluvia de rocas provocó la muerte de una persona, mientras que otra quedó paralítica.
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El segundo texto analizado comenta este acontecimiento, además que señala que un trozo del meteorito fue enviado al sultán Abdul Hamid II. Por su parte, el tercer manuscrito también hace referencia al mismo evento, y destaca que el 18 de octubre 1888, un gobernante local envió una carta con un “fragmento de la piedra” a Mehmed Kamil Pasha, un estadista del Imperio otomano que había servido cuatro veces como gran visir.
Existen varias historias sobre personas que murieron o resultaron heridas por el impacto de un meteorito, pero este es el primer caso documentado que se da en la historia. Habrá que esperar para ver si surgen más detalles al respecto.
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