Sin duda alguna, los pingüinos son uno de los animales más queridos por los niños y por muchos grandes también, por lo que tienen más que merecido tener un día en el año para ser agasajados en todo el mundo: el 25 de abril.
El Día Mundial del Pingüino fue propuesto en esta fecha por la Global Penguin Society (GPS) con el objetivo de generar y aumentar la conciencia sobre la preservación de estos peculiares animales, y porque, además, además, coincide con la migración al hemisferio norte de los pingüinos Adelaida de la Antártida (Pygoscelis adeliae), cuya población local supera el medio millón de individuos.
“Los pingüinos tienen un impacto significativo en toda la cadena alimentaria, ayudando a mantener un equilibrio en los ecosistemas, dado que, por un lado, son fuente de alimento para muchos depredadores y, por el otro, su comportamiento alimentario influye en la distribución y abundancia de los animales de los que se alimentan, como peces pequeños, crustáceos y krill”, comenta el biólogo marino Pablo García Borboroglu, beneficiario del Fondo para la Conservación de Disney y explorador de National Geographic.
También pueden servir como animales indicadores, brindando información valiosa sobre la salud del ecosistema marino y terrestre que utilizan. Los cambios en sus poblaciones pueden indicar problemas, como la sobrepesca o modificaciones en las corrientes oceánicas, que pueden tener efectos en cadena en todos los ecosistemas”, agrega el también presidente de Global Penguin Society (GPS), la primera y única organización dedicada exclusivamente a la conservación de las 18 especies de pingüinos del mundo y de sus hábitats naturales.
Cabe resaltar que Global Penguin Society es uno de los proyectos que fueron apoyados por Disney este año en Latinoamérica con el objetivo de promover el cuidado del medio ambiente y de preservar las especies que habitan el planeta.De hecho, actualmente, Disney se encuentra apoyando una iniciativa enfocada en las colonias de pingüinos y de otras especies ubicadas en la localidad de El Pedral, en Punta Ninfas, Chubut, con el objetivo de poder convertirlas en áreas protegidas.
Más allá de la enorme importancia que tienen tanto para el ecosistema marino y para el terrestre en los que habitan, los pingüinos también se han convertido en una gran gran atracción turística en muchas partes del mundo, brindándoles importantes beneficios económicos a las comunidades en las que habitan.
“Hay casi 300 lugares donde la gente visita a los pingüinos en la naturaleza. En la provincia argentina de Chubut. por ejemplo, hay alrededor de 20.000 familias que viven de esta actividad”, señala Borboroglu.“Las acciones de conservación, por lo tanto, no solo protegen a las especies y a sus hábitats naturales, sino que también impactan positivamente en el bienestar de las comunidades de la zona”, relata el especialista.
En cuanto al cuidado que se le deben dar a estos simpáticos animales, Borboroglu resalta que, independientemente del lugar donde vivamos -lejos o cerca del mar, en la ciudad o en el campo-, todos los seres humanos personas pueden adoptar hábitos que impacten positivamente en todo el planeta, en general, y en ellos, en particular.
“Reducir el uso de plásticos, respetar la naturaleza y consumir bienes de origen y con destino sustentables son algunas de las maneras de ayudar. De esa forma, uno beneficia a los océanos, beneficia a la atmósfera, y beneficia a los pingüinos. Todos tenemos un rol que jugar, y lo que hagamos es muy importante”, concluye Borboroglu.
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