Los científicos llamaron a la especie Fanjingshania renovata, en honor a una montaña cercana conocida como Fanjingshan. Investigadores de China descubrieron los restos de un pez parecido a un tiburón de 439 millones de años de antigüedad con características inusuales que “lo diferencian de cualquier vertebrado conocido”, o animal con columna vertebral.
La extraña criatura, cubierta de espinas y “armadura ósea”, es unos 15 millones de años más antiguo que los fósiles con mandíbula conocidos hasta el momento, lo que lo convierte en el vertebrado con mandíbula más añoso jamás descubierto, según un nuevo estudio. Los expertos descubrieron los restos de la especie recién identificada y extinguida en la Formación Rongxi, un conocido yacimiento de fósiles en la provincia de Guizhou, en el sur de China.
Los fósiles se remontan al Silúrico, un período geológico muy importante en la vida de la Tierra que terminó hace 419 millones de años. Pertenece a un grupo extinto de criaturas parecidas a los tiburones conocido como acantodios, también llamados “tiburones espinosos”, que tienen aletas espinosas y placas óseas alrededor de la zona de los hombros.
En el árbol genealógico de los peces, los acantodos se sitúan entre los condrictios, que incluyen a los tiburones y rayas modernos, y los osteíctios, o peces óseos. Los acantodios tienen un cuerpo similar al de los tiburones, pero sus placas cutáneas y esqueletos óseos son similares a los de los peces óseos. Los investigadores sospechan que el F. renovata puede ser un pariente cercano del ancestro común no descubierto de los dos grupos.
50 años hablando de naturaleza
Los especialistas están especialmente interesados en la aparición de peces con mandíbula porque su evolución fue un punto importante en la diversificación de los vertebrados. El descubrimiento ayudará a los investigadores a “obtener información muy necesaria sobre los pasos evolutivos que condujeron al origen de importantes adaptaciones de los vertebrados, como las mandíbulas, los sistemas sensoriales y los apéndices emparejados”, dijo en el comunicado Min Zhu, coautor del estudio y paleontólogo de la Academia China de Ciencias.
Aunque el F. renovata comparte múltiples características con otros acantodios, los investigadores dijeron que también tenía rasgos que lo diferenciaban de otros del grupo. Una de las principales diferencias está en la armadura del hombro del pez, que cubre un área mayor que la armadura de otros acantodios y está fusionada con múltiples espinas, según los investigadores. Las aletas espinosas de la criatura también estaban cubiertas de escamas inusuales, parecidas a dientes, que el equipo sospecha que se caen en grupos y vuelven a crecer. Escamas similares se observan en los tiburones modernos, pero no se reemplazan de esta manera, según el comunicado.
El equipo recogió miles de fragmentos de esqueletos fosilizados, escamas y dientes del yacimiento y luego recreó minuciosamente el aspecto que podría haber tenido el antiguo pez.
Los huesos fosilizados de F. renovata también muestran evidencias de un proceso conocido como reabsorción, cuando partes de los huesos o dientes se rompen y son reemplazados posteriormente, a menudo durante el desarrollo del organismo. “Este nivel de modificación de los tejidos duros no tiene precedentes en los condrictios”, afirmó en el comunicado el autor principal del estudio, Plamen Andreev, paleontólogo de la Universidad Normal de Qujing (China). Y concluyó: “Muestra una plasticidad mayor de la que se entiende actualmente de cómo se desarrollaron los primeros esqueletos mineralizados y apunta a los orígenes evolutivos de los esqueletos modernos, incluidos los de los humanos”.
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