Pertenece a la familia de la ortiga, tiene hojas anchas y planas en forma de corazón, que se elevan sobre una serie de tallos sorprendentemente delicados. Puede llegar a tener una altura que no supera los 2 metros. Pero a pesar de su común apariencia, se dice que esta planta es la más venenosa del mundo.
A excepción de las raíces, toda la superficie de la planta está cubierta de una fina pelusa que puede inyectar una fuerte neurotoxina. El compuesto principal responsable del dolor extremo causado por la planta se conoce como moroidina.
El contacto con los tallos y las hojas produce una sensación de ardor extremadamente dolorosa e insoportable, que con frecuencia requiere atención médica urgente y puede causar la muerte en perros, caballos y humanos. La sensación de dolor puede persistir durante semanas o incluso meses, y puede reaparecer después de la exposición original.
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