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KAYAK | 10-09-2020 10:36

Trucos del kayakista: por qué conviene usar polleritas

Los cubrecockpits evitan el ingreso de agua al kayak, pero requieren de precaución en el uso y la colocación. Cuáles son las más importantes.
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El cubrecockpit no es otra cosa que una especie de pollerita que se asegura a la regala del kayak mediante una soga elástica y a la cintura del palista a través de un velcro o una cuerda elástica. Su función es impedir el ingreso de agua en caso de oleaje o escorada pronunciada. Este genial implemento fue inventado por los esquimales, que lo utilizaban en sus kayaks para las faenas de caza. En la actualidad, se fabrican en diversos materiales: neoprene, tela de nylon con membrana Gore-Tex, tela engomada... Además, todos vienen con una manija de desprendimiento. Los más sofisticados incluyen otra cinta de seguridad que facilita la suelta en caso de ser necesario.

Cuándo emplearlo

En las primeras remadas de aprendizaje no debe usarse el cubrecockpit por riesgo a que el aficionado vuelque y quede atrapado adentro del kayak. Puede pasar que el tripulante no comprenda correctamente la maniobra de desprendimiento y que, debido a un vuelco, quede sumergido y atorado en el habitáculo. Es preferible mojarse un poco y tomar seguridad en el equilibrio y la remada antes de calzarse uno. Los niños o personas de muy bajo peso o poca fuerza de brazos tampoco deben usarlo, ya que les resultará muy dificultoso desprenderlo.

Vuelco

Es, quizás, el más habitual de los percances, frente al cual tenemos que estar muy atentos con los remeros novicios. En los últimos años se sumaron miles de palistas de kayaks abiertos o sit on top, que surcan las aguas para pescar o por mero esparcimiento. Muchos de ellos, tentados por el mejor rendimiento, se pasan a los kayaks de travesía de PRFV y efectúan sus primeras remadas. En estos casos tampoco deben utilizar cubrecockpit (recordemos que al momento de un vuelco lo primero que se hace es intentar tomar aire).

Seguros en el agua

Para iniciarse en el canotaje es muy útil contar con un instructor o amigo experimentado que nos enseñe las paladas básicas y destrezas necesarias para sentirnos seguros en el ambiente acuático. También debemos ejercitarnos sobre cómo lidiar con los vuelcos y la forma segura de quitar la pollerita. Lo ideal es practicar la maniobra hasta que salga de forma automática y sin ningún gesto de desesperación. 20, 30 o las veces que sea necesario. Hay que hacerlo en aguas someras y durante varios fines de semana, hasta que lo tengamos prácticamente naturalizado.

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Anticipación

El vuelco del kayak rara vez podemos anticiparlo. Puede ocurrir por el golpe de una ola que nos escora, una palada fallida, una maniobra de pesca o simplemente por una ráfaga de viento. Tengamos presente que un palista inexperto resulta muy vulnerable al oleaje y al viento, además es proclive a la pérdida de equilibrio, por lo que hay que recordar siempre que remar en solitario –indistintamente del ámbito– es una actividad que entraña varios riesgos, y uno de ellos es no tener bien ejercitado el desprendimiento del cubrecockpit.

A los hechos

Una vez aprendido todo lo referido a la pollerita, resulta indispensable al navegar en lugares con oleaje, ya sean los lagos patagónicos, el litoral marítimo o los grandes ríos del Delta. Se puede remar por horas desafiando las olas y, si el cubre es de buena calidad, permaneceremos absolutamente secos. Asimismo, recordemos que el ingreso de agua en el kayak siempre es un motivo de alerta, ya que condiciona nuestro equilibrio por el desplazamiento del líquido ingresado. Por su parte, en las zonas frías el cubrecockpit es importante porque conserva el calor corporal al mantener las piernas y parte del torso secos dentro del habitáculo. Los cubre modernos, de neoprene con refuerzos de Kevlar y calce perfecto, son verdaderos logros de la tecnología: súperestancos, muy resistentes y rara vez se desprenden por la acción de una ola.

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Cómo desprenderlo

Lo primero es que al colocarlo debemos dejar afuera la manija de desprendimiento (un error frecuente es ocultarla). Lo segundo es verificar que el cubre no quede extremadamente apretado a la regala: debe ser del talle correspondiente a nuestro kayak. Estos implementos vienen en diferentes medidas acorde a los tamaños de cockpits. Una vez volcados, buscaremos como primera medida la manija de desprendimiento y efectuaremos un doble movimiento, primero hacia adelante para destrabarlo de la regala y luego hacia nuestro cuerpo para retirarlo por completo. A medida que el aficionado vaya ganando confianza empleará el cubrecockpit y disfrutará de una remada seca.

Muy importante: Los cubrecockpits fabricados en neoprene de 3, 4 o 5 mm, o en materiales como el Supratex, son los más impermeables y confortables de usar. Siempre deben venir con manija de desprendimiento en la parte delantera. Algunos traen una cinta para suelta de emergencia (ver foto central). Considerar que no deben usarlo menores ni personas con poca fuerza en sus brazos. En todos los casos, los tripulantes deben ejercitarse en el desprendimiento bajo la supervisión de un amigo o instructor.

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Patricio Redman

Patricio Redman

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