El Instituto Superior de Correlación Geológica (INSUEO, CONICET=UNT) acaba de inaugurar oficialmente el Parque Geológico-Paleontológico, con epicentro en las yungas de Tucumán.
De esta manera, este gran complejo didáctico, cultural y turístico se convierte en el primero de su especie no solo de Tucumán, sino de toda la región del Noroeste Argentino (NOA), de la que también forman parte Catamarca, Jujuy Salta y Santiago del Estero
A lo largo de sus instalaciones, los visitantes podrán acceder al conocimiento de las geociencias con muestras estáticas y dinámicas sobre la evolución de la vida, del sistema solar y de la tierra, como así también, las riquezas naturales del NOA.
Tanto el predio como el parque temático están asociados a la Reserva Experimental de Flora y Fauna de Horco Molle que está ubicada al oeste de la ciudad de Tucumán. En tanto que el objetivo central del geoparque es acercar a la comunidad regional y local a diferentes experiencias de carácter interactivo y ofrecerle un recorrido guiado por una serie de circuitos específicos.
Uno de los principales atractivos con las que contará este parque que si bien fue inaugurado aún no abrirá sus puertas al público, son los “Fósiles vivos” de plantas de la Era Paleozoica que podrán verse en un pequeño lago artificial; un Jardín de Rocas de la región que datan de diferentes etapas geológicas, y que dan cuenta del vasto patrimonio con el que cuenta el NOA, y 8 coloridos murales que fueron grabados, pintados y/o tallados por las hermanas Milagros y Soledad Bestani y por Patricia Nader, y que reflejan la evolución de la vida en la tierra y de los seres vivos hasta la actualidad.
Además, al ingresar al predio se podrá ver un llamativo hueso a escala real del fémur del Patagotitan mayorum, el dinosaurio más grande del mundo y que habitó nuestra Patagonia en transcursos de la Era Mesozoica; un antiguo reloj solar que demarca la hora, y un riometro para cuantificar la cantidad de absorción ionosférica de ondas electromagnéticas en la atmósfera.
En tanto que la oferta se completa con un magnetómetro para cuantificar fuerza o dirección de la señal magnética y poder corregir, por ejemplo, problemas de aeronavegación; un sismógrafo que mide en el subsuelo sismos provocados por los movimientos de las placas tectónicas; un colector de lluvia que permite analizar a través de estudios de isótopos, factores ambientales y atmosféricos del agua caída a un área determinada y con la silueta del “Tigre dientes de sable”, un felino que vivió en Tucumán hace unos10.000 años.
En tanto, los más pequeños de la familia podrán rastrear y completar los huesos de animales milenarios a través de la búsqueda de las partes en un arenero especialmente montado en el lugar.
“Es el cimiento de todas las ciencias, a pesar de que a veces esté olvidada desde lo mediático y lo social”, afirmó Guillermo Aceñolaza, director del INSUGEO y principal promotor de la gestión del parque.
“Entre otras cosas, sirve de base para abordar y poder explotar todos lo que son los recursos naturales de una manera responsable, como, por ejemplo, el trabajo de extracción de hidrocarburos en las centrales térmicas que permite generar electricidad, y, por consiguiente, a la importancia que tiene poner el foco en la conservación del medioambiente”, agregó el especialista.
Por último, Aceñolaza destacó que el desarrollo de este proyecto de turismo científico forma parte del programa que fue presentado en el marco de la “Convocatoria 2018 a Proyectos de investigación de Unidades Ejecutoras” organizada por el INSUGEO con el objetivo de poner en valor el patrimonio geológico de la región de los Valles Calchaquíes del NOA, y a volcar al medio social el conocimiento científico que permite reconocer y entender los elementos y procesos geológicos que constituyen el marco físico del desarrollo humano.
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