Un gran grupo de ONGs civiles y científicas presentó un petitorio en el cual le solicitan a los gobiernos de las provincias patagónicas a revisar urgentemente su legislación y dar marcha atrás con la habilitación de la caza de pumas, zorros y de guanacos, ya que todas esas especies son vitales para los ecosistemas naturales de esa zona.
“Las legislaciones provinciales vigentes que promueven la caza, e incluso regímenes de recompensa para resolver estos conflictos, resultan sumamente anacrónicas e ignoran los nuevos enfoques de producción en armonía con la conservación de la naturaleza. A lo largo de los años, esta alternativa ha demostrado no ser una verdadera solución para un problema complejo”, reza el escrito que cuenta con la firma de siete ONGs; Aves Argentinas, Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para Meso y Sudamérica, Comité Argentino de la UICN, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Fundación Patagonia Natural, Fundación Vida Silvestre Argentina y del Grupo Especialistas en Camélidos Sudamericanos (GECS) de la UICN.
En cuanto a las temporadas de caza de guanacos, pumas y de zorros el petitorio señala que no pueden habilitarse estableciendo cupos arbitrarios de piezas por cazador, ni mucho menos implementar regímenes de recompensas por la caza de pumas y zorros, sin antes contar con estudios poblaciones de tales especies.
“Es imprescindible realizar una evaluación exhaustiva del impacto ambiental de la caza promovida, así como ponderar otras prácticas alternativas para la protección del ganado, diferentes a la caza. Asimismo, se deben llevar a cabo estudios que describan la problemática que ha originado los regímenes de recompensa referidos, antes de considerar su implementación”, señalan los ONGs firmantes.
“Por todo ello, reiteramos el pedido a las autoridades provinciales patagónicas, en conjunto con las nacionales, para que impulsen una mesa de trabajo junto a organizaciones de productores, la academia, instituciones públicas de la producción, legisladores y organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la conservación de la naturaleza. De esta forma, se podrá abordar responsablemente la coexistencia entre la vida silvestre y la producción ganadera en la década de la restauración ambiental, logrando arribar a verdaderas soluciones y no a la promoción de recurrentes conflictos”, concluye el petitorio.
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