Aprovechando la hermosa y soleada jornada dominguera, Javier Temoli y su novia, Mariana, no tuvieron mejor idea que dar un paseo junto a sus perros por la zona de los acantilados de Plottier, en la provincia de Neuquén.
Pero jamás se iban a imaginar lo que el destino les tenía preparado ya que mientras estaban disfrutando de una ronda de mates, de pronto vieron cómo se desmoronaba un pedazo de acantilado, a lo que, segundos después, le siguió un segundo derrumbe que los dejó con la boca abierta.
Amante de las fotos y de los videos, rápidamente Javier comenzó a grabar y registrar imágenes de ese increíble e inesperado momento que estaba viviendo junto a su novia y a sus fieles amigos.
“Fue fuerte estar ahí, en el mejor lugar para verlo. Pero también es un llamado a tomar magnitud de lo peligroso que puede ser. Unos minutos antes, cuando llegamos, estábamos evaluando la posibilidad de bajar, a ver, a meter los pies en el río”, le comentó Temoli, al diario Río Negro,
“Por eso es bueno tomar conciencia de los cuidados que hay que tener. Si bien fue un hecho de suerte poder registrar el momento, también es un llamado a tomar conciencia sobre los peligros de estar en esos lugares, que cada vez son más concurridos”, concluyó el fundador - junto a Agnese Boaretto y a Rocío Diez-, de la productora de contenidos audiovisuales Frater.
Cabe recordar que si bien por lo general las zonas arcillosas que se extienden a lo largo de la Patagonia argentina son muy nobles para transitar, también lo es que tanto el agua como los fuertes vientos que abundan en la zona erosionan, provocando desprendimientos ya sea de grandes paredes o de pequeñas partes, tal como sucedió en este caso del cual esta privilegiada pareja de novios nunca podrá olvidarse. Como tampoco del gran susto que se llevaron.
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