Afortunadamente, a tan solo cinco meses de los voraces incendios que arrasaron con el 49% del Parque Nacional Iberá, en la provincia de Corrientes, el humedal más grande de la Argentina ya se ha regenerado casi en un 80 %, según una investigación llevada a cabo por TN.
Según explicaron las fuentes consultadas, las intensas lluvias que se registraron en los últimos meses en la región como así también el gran trabajo que llevaron a cabo los guardaparques y los especialistas en preservar a la fauna y flora fueron fundamentales para el rebrote de la vegetación y para el retorno de los animales al hábitat del que habían sido expulsados como consecuencia de la sequía y del voraz fuego.
“Esto, que ahora es todo estero y hay agua, era todo ceniza, esto se quemó todo. Incluso podés ver restos de los cortafuegos que armamos”, explicó Sebastián Raviculé, jefe de guardaparques. y una de las personas que se enfrentó a las llamas que se desataron el pasado verano en el Iberá.
“Desde arriba del helicóptero vos veías una línea de fuego naranja que avanzaba, pero cuando bajabas a combatirlo eran llamas de dos metros de alto y con un frente de 5 kilómetros
Si bien este esperanzador resurgir del Iberá se debe a que, como consecuencia de la preservación del ecosistema del parque Nacional Iberá, el espacio se autorregula y se sobrepone del estrés ambiental, para que ello termine de ocurrir, todavía se necesita mucho más trabajo tanto de los guardaparques como de los miembros de las distintas organizaciones ambientales que luchan por la preservación de la fauna y de la flora en esa región del país.
“Pasamos por un período de seca de dos años, y ya para el verano apenas quedaba un hilito de agua en la Laguna Paraná. Podía pasar una camioneta por el medio hasta la isla”, señaló, por su parte, Matías Greco, veterinario y responsable del proyecto de reintroducción de nutrias gigantes que Fundación Rewilding Argenitna tiene en la isla de San Alonso, que está ubicada en medio del mencionado parque nacional correntino.
“Cuando el fuego arrinconó San Alonso, más de 60 bomberos trabajaron desde allí para proteger a los animales y evitar que todo el proyecto desaparezca. Cuando saltó la lomada y se acercaba al casco, ahí fue el momento de mayor desesperación”, agregó Greco.
Afortunadamente, hoy, a tan solo 5 meses de lo que era un panorama por demás desolador, en los Esteros del Iberá quedan muy pocos lugares que reflejan el paso arrasador del fuego. Y, de a poco pero a paso firme, la fauna y la flora vuelven a decir presente cada vez con mayor fuerza y esperanza en el lugar.
Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), entre enero y febrero en Corrientes se quemaron 1.042.514 hectáreas, lo que representa el 11,7% de la superficie total de la provincia, en tanto que la peor parte se la llevó el Parque Nacional Iberá ya que el fuego arrasó con el 48,9% del total de sus 93.976 hectáreas de extensión.
“Si bien el impacto fue muy grande, hoy hay fuertes indicadores de recuperación. Las imágenes satelitales y la constatación en el lugar así lo confirman. Ahora, lo que más nos preocupa son los bosques, tanto cultivados como nativos, a los que les demandará más tiempo hacerlo regenerarse”, afirmó Manuel Jaramillo director de Fundación Vida Silvestre.
“Todas las esperanzas están puestas en la primavera, cuando la vegetación podrá mostrar todo su esplendor”, concluyó el especialista.
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