Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Haifa, en Golan Heights, Israel, descubrió el sitio en el que, supuestamente, Jesús realizó uno de sus grandes milagros. Más precisamente, según relata la Biblia, el de haber sanado a una mujer que padecía de un flujo de sangre constante desde hacía 12 años y que había gastado todo el dinero que tenía en diferentes tratamientos sin haber encontrado resultados. Pero, cuando se acercó a Jesús de Nazaret sin que él lo notara y tocó el borde de su manto, se curó instantánea y milagrosamente de su cruel y viejo padecimiento. “Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”, fueron las palabras sanadoras que, según el relato bíblico, salieron de la boca de Jesús para dar lugar al milagro.
De acuerdo con Eusebio, un historiador bizantino, una vez que la mujer fue sanada, se erigió una estatua en una iglesia junto a los manantiales en Cesarea de Filipo, que se encuentra en los Altos del Golán, en la zona limítrofe entre Israel, Siria y el Líbano. Es justamente en esa misma zona donde estos arqueólogos israelíes encontraron la milenaria iglesia que habría sido construida, según calculan, aproximadamente en el año 320 D.C, para conmemorar dicho milagro de Jesús.
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Según un informe publicado por el diario The Times of Israel, durante la excavación el equipo dirigido por la profesora Adi Erlich, también encontró una piedra que data del año 400 D.C y que está marcada con cruces que, según presumen, fueron talladas por los primeros cristianos que adoptaron a la iglesia como lugar de peregrinación.
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También encontramos pisos de baldosas tallados con una cruz, elementos arquitectónicos, una piscina de culto y un acueducto de agua”, declaró, por su parte, Ron Lavi, otro de los arqueólogos que lideraron la excavación. Según Lavi, todos estos elementos estarían dedicados al dios romano Pan, lo que sugiere que antes de ser un templo cristiano se había usado para adorar a la deidad romana.
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Erlich también cree que se trata de la iglesia más antigua de Israel y que se usó principalmente como un santuario para conmemorar las interacciones entre Jesús y su discípulo, Pedro, además del milagro que realizó en la mujer que sangraba.
“Si bien es cierto que hay otra iglesia excavada hace unos 30 años al otro lado de los manantiales, nuestra pequeña iglesia es más un monumento que una basílica práctica para los servicios por lo que, humildemente, creemos que la iglesia revelada por nosotros podría haber sido esta iglesia que estaba relacionada con el milagro”, concluyó.
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