Un grupo de arqueólogos checos descubrió, en la necrópolis de Abusir, ubicada pocos kilómetros al norte del histórico sitio de Saqqara, un enorme pozo con materiales para la momificación que, según afirmaron, es el más grande de todos los yacimientos de embalsamamiento jamás descubierto hasta ahora en Egipto.
Según relataron los especialistas del Instituto Checo de Egiptología, el depósito - ubicado en una zona que contiene un grupo de grandes tumbas de pozo- contiene un total de 370 tinajas de gran tamaño, de almacenamiento de cerámica, y una serie de recipientes más pequeños
"La temporada de excavaciones que ha tenido lugar durante el año 2021 forma parte de un proyecto a largo plazo cuyo objetivo es la excavación e interpretación de monumentos que datan de un período en el que la sociedad egipcia buscaba nuevas maneras de mantener su singularidad y su identidad, que fue desafiada por los ejércitos griegos, nubios y persas”, explicó el arqueólogo Miroslav Bárta, a cargo de la investigación.
“Las tumbas de pozo de Abusir, construidas de manera similar al famoso enterramiento del faraón Zoser bajo su pirámide escalonada, desempeñaron un papel importante como forma de expresión cultural de las élites egipcias en esa época tardía", agregó el especialista.
Las vajillas fueron encontradas en el interior de un enorme pozo de 5,3 x 5,3 metros de ancho y de más de 14 metros de profundidad que estaba ubicado al lado de una enorme estructura funeraria que, según revelaron los investigadores, aún se encuentra sin excavar.
“Las vasijas estaban colocadas en un total de 14 grupos, situados a profundidades distintas, que iban desde los 4 a los 12 metros, y se unían a los lados del pozo en un patrón en forma de espiral. El número de recipientes que formaban cada uno de esos grupos variaba de 7 a 52”, dijeron los expertos.
El misterioso pozo de momificación
En tanto que, en las parte más alta del pozo los arqueólogos checos también encontraron cuatro vasos canopos -recipientes que servían para guardar las vísceras momificadas del difunto- confeccionados con piedra caliza y con textos inscritos en ellos que daban cuenta que su dueño fue un tal Wahibre-mery-Neith, hijo de la dama Irturu.
"Aunque se conocen varios dignatarios con este mismo nombre en esta época, ninguno de ellos puede ser identificado claramente como el dueño de estos vasos canopos”, comentó, por su parte, el profesor Ladislav Bareš, otro de los principales autores del estudio.
“ A juzgar por el tamaño del depósito de embalsamamiento y, principalmente, por las dimensiones y disposición de la tumba cercana, el dueño de la sepultura, y suponemos que también del depósito, debió de ser un alto dignatario, al igual que sus famosos vecinos más cercanos en el cementerio, que vivieron en el mismo período: el almirante Udjahorresnet y el general Menekhibnekau", concluyó el experto.
Por último, los arqueólogos anticiparon que, ahora, tanto las vasijas como el lugar en el que fueron encontradas van a ser estudiados a fondo a través del uso de las más modernas metodologías científicas aplicadas a la arqueología con el objetivo de intentar arrojar un poco más de luz acerca de sus milenarios misterios.
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