Un equipo internacional de astrónomos liderado por la Universidad de Hamburgo, en Alemania, logró registrar las dos ondas de choque cósmicas de mayor tamaño jamás observadas hasta el presente.
Según explicó el equipo de científicos a cargo del astrónomo Francesco de Gasperin, en una nota recientemente publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, las ondas son producto de una violenta colisión entre dos cúmulos de galaxias que tuvo lugar hace unos 1.000 millones de años.
“Las ondas de choque se propagan a través del cúmulo a velocidades de alrededor de 1.500 kilómetros por segundo”, afirmó Gasperin.
Las enormes ondas de choque, cuya extensión es 60 veces más grande que la zona que abarca la Vía Láctea, fueron descubiertas en el cúmulo de galaxias Abell 3667, que está ubicada a unos 700.000.000 de años luz de distancia de la Tierra y forma parte de, al menos, 550 galaxias.
Para llevar a cabo el estudio, los científicos se basaron en datos proporcionados por el novedoso radiotelescopio MeerKAT, ubicado en Sudáfrica, -el cual consta de 64 antenas de radio individuales de 13.5 m. de diámetro y que se distribuyen en un área de 8 km-, gracias a los cuales pudieron determinar que las ondas de choque cósmicas son mucho más complejas de lo que hasta ahora se pensaba.
“Pueden actuar como aceleradores de partículas gigantes y hacer que los electrones lleguen casi a la velocidad de la luz. Si estos electrones acelerados cruzan un campo magnético, emiten radiación de onda larga y el fenómeno se puede observar con la ayuda de radiotelescopios”, explicó Gasperin.
Además, los científicos también lograron demostrar que que mientras el evento estudiado tuvo lugar hace unos 800.000.000 de años, por su parte, Abell 3667 se formó hace unos 1.000.000.000 de años y aún continúa expandiéndose ya que está en pleno proceso de formación.
Ondas de choque: qué son y cómo están conformadas
Básicamente, las ondas de choque galácticas se conforman a partir de los cambios bruscos de presión y temperatura experimentados en los escombros de la explosión.
Las ondas de choque se producen únicamente cuando en un evento astronómico extremo las estructuras se movilizan a velocidades supersónicas, superando la velocidad del sonido.
Si bien generalmente esto tiene lugar alrededor de supernovas, en el caso de un choque entre cúmulos de galaxias los efectos son aún más espectaculares.
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