Un grupo internacional de astrofísicos descubrió un planeta gemelo de Júpiter que orbita una estrella que está ubicada a una colosal distancia de nada menos que de 17.000 años luz de la Tierra.
Júpiter y su planeta gemelo
Según revelaron los especialistas a la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, el flamante exoplaneta al que bautizaron “K2-2016-BLG-0005Lb”, es casi idéntico a Júpiter, tanto en términos de masa como de distancia de su sol, y fue descubierto utilizando datos recopilados entre abril y julio de 2016, por el telescopio espacial Kepler de la NASA cuando monitoreó regularmente millones de estrellas ubicadas en las cercanías del centro de la galaxia.
El flamante sistema exoplanetario está ubicado dos veces más lejos que cualquier otro descubierto anteriormente por el mencionado telescopio que encontró más de 2.700 planetas confirmados antes de cesar sus operaciones en el año 2018 y fue detectado usando el efecto de microlente gravitacional, una predicción de la Teoría de la Relatividad de Einstein, lo que lo convierte en el primero que se descubre desde el espacio de esta manera.
Además, cinco sondeos terrestres internacionales también observaron la misma área del cielo al mismo tiempo que Kepler que, a una distancia de alrededor de 135.000.000 de kilómetros de la Tierra vio la anomalía un poco antes y durante más tiempo que los equipos que observaban desde la Tierra.
Obtienen imágenes nunca antes vistas de Júpiter
“Este planeta básicamente es el gemelo idéntico de Júpiter en términos de su masa y de su posición desde su Sol, que es aproximadamente 60% de la masa de nuestro propio Sol”, explicó el doctor Eamonn Kerins, investigador principal del Consejo de Instalaciones de Ciencia y Tecnología (STFC) de Reino Unido.
“Este hallazgo modela exhaustivamente el conjunto de datos combinados y muestra, de manera concluyente, que la señal es causada por un exoplaneta distante”, agregó el científico.
A partir de este valioso hallazgo, la Agencia Espacial Europea anunció que está evaluando la posibilidad de lanzar el próximo año su misión Euclid, con el objetivo no solo de tratar de encontrar más exoplanetas dispersos en el Universo usando el efecto de microlente sino, también, para intentar mejorar y profundizar la comprensión de la energía y de la materia oscura midiendo con precisión la aceleración del Universo.
"Aprenderemos cuán típica es la arquitectura de nuestro propio sistema solar. Los datos también nos permitirán probar nuestras ideas sobre cómo se forman los planetas. Este es el comienzo de un nuevo y emocionante capítulo en nuestra búsqueda de otros mundos", comentó Eamonn Kerins, investigador del Consejo de Instalaciones de Ciencia y Tecnología, que financió la investigación.
"La posibilidad de que una estrella de fondo se vea afectada de esta manera por un planeta es de una entre cientos de millones", concluyó.
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