Gran alerta y preocupación causó entre las autoridades y los habitantes de la ciudad de Villa Cañas, ubicada en el departamento General López de la provincia de Santa Fe, la sorpresiva aparición de miles de peces muertos en la laguna Virginia L. de Díaz, debido a la falta de oxigenación como consecuencia de la gran sequía y falta de lluvias que está aquejando a esa región del sur santafesino.
"La parte más profunda de la laguna debe tener 30 centímetros y a la orilla, prácticamente nada, cuando en condiciones normales suele alcanzar hasta los dos metros de profundidad. Los peces mueren por la evaporación del agua y por la falta de lluvias, se consume todo el oxígeno que hay", explicó el intendente de Villa Cañás, Norberto Gizzi, en diálogo con El Litoral.
“Es alarmante lo que estamos viviendo. En la cuenca Las Encadenadas está todo seco. No hay nada de agua y eso que nosotros recibimos agua de Venado Tuerto, Maggiolo, San Eduardo, Murphy, Runciman, María Teresa, Santa Isabel, todo confluye aquí y finaliza en Teodelina, pero la sequía hace que hoy no tengamos nada”, agregó el mandatario local.
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Teniendo en cuenta que los pronósticos indican que la sequía continuará por varios meses más, la situación tanto para las actividades náuticas como para la pesca es por demás complicada e incierta.
“Uno de los fuertes que tiene esta laguna es la actividad náutica, aunque con la poca agua que tiene se hace imposible y lo mismo sucede con la pesca”, señaló Gizzi.
“Hubo mucha gente que nos llamó para ir a buscar las carpas muertas, pero, lamentablemente, si bien es una fuente de alimento importantísima no se recomienda su consumo por el origen de su muerte. Si bien la laguna y el balneario estarán abiertos durante el verano, no se podrán realizar actividades acuáticas, ni tampoco se podrá pescar”, concluyó.
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