La anguila eléctrica funciona por control remoto y detecta la contaminación acuática. Se llama Envirobot y mide 1,5 m de largo. Sus sensores registran el estado del agua y acto seguido transmiten los datos a un ordenador.
Cada módulo que la compone integra un motor eléctrico, y eso le facilita imitar el movimiento de una culebra por las profundidades sin remover el fondo ni incordiar a la fauna.
Diseñado por un equipo de investigadores especializados en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, Envirobot lleva en su interior termómetros y detectores de conductividad.
Bacterias, células y pequeños crustáceos en el interior de sus módulos, cambian de color al reaccionar en contacto con aguas contaminadas.
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