Estamos acostumbrados a ver enormes cohetes despegar para mandar satélites al espacio, pero tal vez esta concepción empiece a cambiar gracias a la original propuesta de Aevum, que plantea utilizar aviones autónomos capaces de llegar a la órbita terrestre. La primera aeronave de este proyecto se llama Ravn X.
El Aevum Ravn X es una especie de dron gigante capaz de llegar hasta la órbita baja de la Tierra para desplegar satélites u otros equipos espaciales. La compañía afirma que pronto realizará sus primeros lanzamientos, debido a que ya tienen varios contratos con la Fuerza Espacial de los Estados Unidos.
Esta llamativa aeronave mide 25 metros de largo, 18 de ancho y pesa alrededor de 25 toneladas. Lo más llamativo es que no necesita de un piloto a bordo para volar. Es un avión autónomo que, en el caso de ser necesario, puede ser maniobrado desde tierra.
Gracias a sus dimensiones, el Aevum Ravn X puede despegar y aterrizar fácilmente en una pista de un kilómetro y medio de extensión, por lo que puede operar en la mayoría de los aeropuertos del mundo.
A esto hay que sumarle que es propulsado con combustible tradicional, lo que lo vuelve muy atractivo y viable a largo plazo, ya que con esta aeronave no es necesario contar con aparatosas y costosas plataformas de lanzamiento.
Además, al tratarse de un simple avión, los tiempos de lanzamiento de reducen significativamente porque no tiene de tantos preparativos como un cohete. Según la empresa, el Aevum Ravn X puede realizar entregas orbitales en solo 180 minutos.
Otro aspecto importante es que puede ser reutilizado. Actualmente afirman que el 70 % de la aeronave es reutilizable, aunque están trabajando para lograr que el 95 % del avión se puede volver a utilizar tras el lanzamiento. De esta manera, el Aevum Ravn X se presenta como una alternativa muy llamativa con respecto a otros medios de transporte espacial, como el cohete Falcon 9 de SpaceX.
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