Enfrentando el inclemente clima de la montaña y su escarpada geografía, un grupo de experimentados montañistas brasileños se lanzó a conquistar las cumbres de los Andes peruanos en una producción original de History Channel que se estrena el jueves 11 de mayo en su pantalla. Se trata de los exploradores Gabriel Tarso, Edson Vandeira y Branca Franco, quienes fueron descubriendo los vestigios de la historia precolombina que aún guarda la Cordillera en una producción que combina la pasión por este deporte con la cultura y la historia.
Durante dos meses de grabación, los protagonistas exploran las montañas ubicadas en regiones culturalmente ricas: Arequipa, conocida por los volcanes y la momia Juanita, y Huaraz, donde se encuentra la Cordillera Blanca. En algunos pueblos, la gente ni siquiera habla español, solo dialectos como el quechua. Hay ruinas incas en la base y restos en la cima de muchas de estas montañas. Sus historias y tradiciones, como los rituales sagrados y el significado de sus ofrendas, fueron registradas por la producción e insertadas en cada episodio, combinando historia y aventura. Se enfrentaron a ráfagas de viento de 70 km/h, fuertes nevadas, paredes verticales de hielo de 400 metros y avalanchas, para escalar algunas de las montañas más grandes y peligrosas del país: Coropuna, el volcán más alto de Perú, una cumbre de 6.425 metros de altitud: Hualca-Hualca, el volcán extinto con una altitud de 6.025 metros, el pico Chopicalqui (6.354 m) y las montañas Yanapaccha (5.640 m); Apalmayo (5.947 m), y la más alta y peligrosa del país, Husascarán (6.768 m). Un lugar donde sólo en esta temporada se han producido tres accidentes graves y una víctima fatal.
En rueda de prensa virtual, los protagonistas revelaron algunos de los secretos de la preparación física necesaria para enfrentar este desafío, así como los equipos que usaron para esta aventura. El encargado de responder fue Tarso, quien trabaja "con fotografía y con la montaña. Además de nuestros entrenamientos, de nuestra rutina cuando hacemos montaña, puedo decir que gran parte del desafío no fue físico sino programar, conocer, planificar esas expediciones. En lugares diferentes, haciendo muchos contactos. Por lo tanto, exploramos muchas historias y muchos caminos. Tuvimos que hacer nuestra tarea para crear las condiciones que contribuyeran a generar el contenido del programa. Yo soy fotógrafo, cinematografista ya hace más de 10 años. Branca también es alpinista, lo mismo que Edson. Entonces hacer montañismo siempre es un gran entrenamiento. Como yo paso la mayor parte de mi tiempo prácticamente en las montañas, un trabajo termina complementando al otro. El año pasado, por ejemplo, estuve en Brasil, terminé tres semanas prácticamente solo. El resto del tiempo me la pasé en la montaña. Ahora estoy en Katmandú, llegué ayer de una expedición. Me voy a quedar aquí tres días más y después voy a ir a otra. Entonces, un trabajo termina complementando al siguiente. Eso sí, tenemos que tener cuidado para no lesionarnos, golpearnos y no comprometer nuestra seguridad".
“La momia Juanita fue lo que más me impresionó, por ser mujer, una ofrenda a los dioses”, dijo Branca en la conferencia de prensa. Para ella, la conexión espiritual fue de gran importancia durante la aventura. “Existe la creencia en el poder de los guardianes locales, les pediría permiso. Lo que me guió fue esta conexión, la fuerza de la montaña y la protección divina”, agregó la montañista.
Por su parte, el fotógrafo y montañista Vandeira contó sobre el pequeño accidente que sufrió durante la incursión, cuando un gran trozo de hielo cayó sobre sus costillas. “Fue aterrador, estaba sin aliento. Pero estos son desafíos que forman parte de la actividad. Hay que saber afrontarlo y también tener la humildad de saber rendirse cuando sea necesario”, dijo. “Y llegar a la cima del Huascarán, después de todo lo que hemos pasado, es una mezcla de felicidad y alivio, y en nuestra cabeza pasa una película que rescata el sentimiento y los recuerdos de ese viaje, conociendo tantas historias increíbles y personas inspiradoras. Es un orgullo inmenso”, añadió.
“El desafío logístico fue gigante, para empezar. En las montañas, la temperatura puede alcanzar fácilmente los 20 grados bajo cero. Perdimos un dron, que se congeló en pleno vuelo. El micrófono y las cámaras también se congelaron. El aire enrarecido es otro obstáculo, que afecta la capacidad de escalar y pensar, y nos golpea de lleno, poniendo a prueba todos nuestros límites. Tuvimos que lidiar con el clima hostil y el cambio de tres de las seis montañas que teníamos programado escalar. Debido a la filmación, teníamos un equipo de apoyo de 10 personas, que incluía desde guías y porteadores hasta un cocinero y mulas. Algunas montañas, como Huascarán, tardamos siete días en escalar. Fue un gran desafío logístico, físico, técnico y psicológico. Un modo de producir muy diferente y bastante desafiante de lo que solemos hacer”, comentó Wiland Pinsdorf, director de Andes Extremo.
Comentarios