Hospedarse entre cañadones o dormir bajo las estrellas no son actividades que uno pueda hacer todos los días. Hasta ahora, los portales Isla Leones y Bahía Bustamante de Patagonia Azul, en la costa de Chubut, ofrecen tres campings de acceso público, gratuito y sin reserva previa donde acampar con comodidad. Llevando equipo propio claro. Pero su misión va más allá de una propuesta turística para tener en cuenta en la próxima Semana Santa o en escapadas que evoquen vacaciones. El objetivo de los lugareños es restaurar el ecosistema para ampliar su protección, e impulsar una nueva economía a través del turismo marino y la producción regenerativa. Diversidad de fauna, senderos y paisajes marcan el ritmo de los campings de Patagonia Azul, que atendidos por anfitriones locales tienen un plus de encanto.
Situado en el litoral de la provincia de Chubut, en un punto clave de diversidad biológica el Proyecto Patagonia Azul impulsa una nueva economía restaurativa a través del turismo marino.
Esta es la segunda temporada que el Camping Cañadón del Sauce (Portal Isla Leones) abre sus puertas, mientras que los campings Bahía Arredondo (Portal Isla Leones) y Arroyo Marea (Portal Bahía Bustamante) son los nuevos destinos de acampe para intrépidos exploradores que desean descubrir el mar patagónico.
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El lujo de la naturaleza
Ubicado entre cañadones y formaciones rocosas del Portal Isla Leones, es uno de los tres lugares de acceso público para acampar. Entre cuevas y nichos donde nidifican halcones peregrinos y águilas mora se encuentran varios sitios de acampe y senderos que invitan a encender tu espíritu aventurero. Este camping cuenta con baños secos, duchas con agua caliente y un gran fogonero para disfrutar de las noches estrelladas entre amigos y familia.
En el Camping Bahía Arredondo, ubicado a tan solo unos metros de la costa en el Portal Isla Leones, es posible experimentar el litoral chubutense de formas inigualables: acampando entre amaneceres y atardeceres memorables debajo de un cielo de miles de estrellas; contemplando la salida de la luna desde puntos de vista panorámicos; recorriendo senderos que invitan a conocer la gran diversidad de fauna marina y terrestre de este lugar. Este camping cuenta con baños secos, sitios de acampe y el Refugio Julie, un espacio de convivencia con cocina y living para pasar el rato.
El tercer camping de acceso público y gratuito se encuentra en el Portal Bahía Bustamante: Camping Arroyo Marea. Reparado del viento y con aguas tranquilas, resulta ideal para observadores de aves, fotógrafos y exploradores. Cuenta con sitios de acampe, fogoneros y baños secos. Un anfitrión conocedor de la región, de su fauna y de las historias del lugar recibe a los visitantes a su llegada. En este camping agreste es necesario llevar todo para acampar o pasar el día, incluyendo agua potable.
Acampar en la tierra escuchando los sonidos del mar, rodeado de innumerables colores y formas y divisando las interacciones naturales entre la fauna y la vegetación.
Una vueltita por el acampe
Si la idea es ir más lejos con el destino, el lugar propone el avistamiento embarcado de aves y mamíferos marinos en sus distintas bahías (Bahía Arredondo, Bahía Camarones y Bahía Bustamante). Pingüinos de Magallanes (en Cabo Dos Bahías y Punta Tombo), dentro de las actividades acuáticas el snorkel y el buceo son el must be en zona. Hay locales para hacerle junto a profesionales a modo de bautismo o adentrándose aún más en los ya practicado. Bosques y praderas de algas en torno a islas y zona de naufragios que abundan en la zona.
Para los que prefieren quedarse cerca de la costa, surf en Cabo Raso; kitesurf y wing foil en Bahía Camarones.
Y para una tarde a puro trekking, recorrer los senderos de los bosques petrificados. Quienes prefieran museos al aire libre, visitar sitios históricos como Caleta Hornos y Faro Leones, el pueblo Camarones, o el patrimonio arqueológico del Buque Villarino.
Los bikers encontrarán el paraíso haciendo mountain bike en Rocas Coloradas y Portal Isla Leones. Todos contentos en la Patagonia Argentina que sigue siendo el atractivo mundial de los espíritus exploradores.
Fuente: Fundación Rewilding. Foto cortesía: Maike Friedrich
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