René Compean (45 años) salió a recorrer el Bosque Nacional de Los Ángeles, en Estados Unidos, con el fin de disfrutar de la naturaleza y el aire libre. Lo último que se supo de él fue una foto de sus pies que le mandó a un amigo. Después se lo dio por perdido, pero este pequeño indicio, más el uso de imágenes satelitales y Google Earth fueron más que suficientes para encontrarlo.
El equipo de rescato encontró a René el pasado martes a las 15:45, gracias a que un aficionado les sugirió un lugar donde estimaba que podía estar, y efectivamente lo encontraron a un kilómetro de allí. Si los rescatistas hubieran operado de forma tradicional, el rastrillaje del bosque hubiera llevado varios días más, tiempo extra que reducía las posibilidades de supervivencia.
Cuando las autoridades dieron a conocer la última foto que René había mandado a su amigo, tras declararlo perdido, Ben Kuo decidió ayudar en su búsqueda. Ben también es excursionista y un aficionado de las imágenes satelitales, de las que se valió para asistir a los rescatistas.
Según explicó en su cuenta de Twitter, lo primero que hizo fue identificar la zona del bosque adonde el excursionista había ido: el Monte Waterman. A partir de ahí determinó si había ido hacia el norte o el sur.
Para ello se basó en la vegetación que había en la foto, que cotejó con imágenes del Sentinel-2 de la Unión Europea, un satélite que recoge fotografías de la Tierra actualizadas cada varios días. Para este caso puntual no acudió a Google Earth, ya que sus fotos son de archivo.
Así Ben encontró una zona del Monte Waterman que se parecía a la de la foto por la cantidad de vegetación que había. Después empezó a analizar las imágenes en 3D para cambiar la perspectiva de la imagen, hasta que halló un lugar que coincidía con la fotografía.
Por último, para confirma que exactamente era ese el lugar, comprobó la hora de la foto y las sombras causadas por el sol en este momento. Para ello se valió de Google Earth y su herramienta de tiempo que permite ver cómo cambian las sombras de un relieve a lo largo de los días y las horas. Así confirmó que su teoría era acertada.
Después solo les comunicó a los rescatistas de la ubicación donde suponía que podía estar René; y el resto es historia conocida.
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