Reflejar el pulso de la realidad temática de cada actividad fue siempre uno de los objetivos de Weekend a lo largo de cinco décadas. Básicamente, la razón de ser de todo medio periodístico que se precie de tal. Por estos días, usuarios de municiones para armas cortas producidas localmente nos hicieron llegar informes escritos, acompañados de fotografías y videos, respecto a fallas que se presentaron en dos marcas en particular: una de munición recargada y la otra que emplea en sus municiones vainas nuevas.
En el primero de los casos, la recarga que se provee dentro de una caja de color azul con letras góticas rojas presenta una buena cantidad de fallas, tanto de ignición como de exceso de carga. Esta situación me trae a la memoria los comentarios que me hicieran hace unos 10 años, personas ligadas a la instrucción policial de tiro en una de las provincias del sur de nuestro país. Relataban estos integrantes de la fuerza de seguridad, que el exceso de carga solía resultar en la pérdida de los extractores de las pistolas provistas durante las prácticas.
La situación se repite actualmente, dado que usuarios de armas cortas reseñan que las cargas de propelente contenido suelen exceder hasta casi un 40% o más de lo recomendado e indicado como seguro. Vale la aclaración de que esta situación no se manifiesta en la totalidad de las municiones de cada caja, sino que afecta a algunos cartuchos.
50 años hablando de armas
Las causas podrían estar en un desajuste o falta de control del proceso de carga de la vaina con el propelente. Como las de este grupo son de vainas recicladas, el productor podría decir que los funcionamientos erráticos se podrían producir por la diversidad de marcas de las vainas e incluso por un probable deterioro de aquellas.
En el caso de las municiones nuevas que se consiguen en el mercado dispuestas dentro de cajas amarillas y negras, se supone que no utilizan nada reciclado. Sin embargo, las fallas son bastante graves.
Se suele dar el caso de vainas descabezadas (que pierden su base) durante el disparo. Esta situación es muy peligrosa, dado que se produce la rotura de las vainas precisamente en el momento en el que se desarrollan las mayores presiones durante el disparo. Estas riesgosas fallas fueron documentadas en videos que varios usuarios subieron a YouTube, exhibiendo el estado en el que quedan las vainas y las armas que han sufrido esos graves eventos.
Lo preocupante del caso es que esto se repite constantemente en los últimos meses, con el riesgo implícito para la integridad física de los tiradores que utilizan estas municiones. En definitiva, se hace necesario el control de las partidas de cartuchos por técnicos de la autoridad local de fiscalización, la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), o bien con personal idóneo de Fabricaciones Militares (FM). Esperemos que pronto haya novedades al respecto.
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