Wednesday 1 de May de 2024
ARMAS | 26-06-2023 16:00

Armas neumáticas: historia y técnica

Usadas principalmente para la práctica de tiro (y para anestesiar animales considerados peligrosos), utilizan aire comprimido o determinados gases para liberar rápidamente el proyectil.
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Las armas neumáticas aparecen aproximadamente a finales del S. XVI en Europa, donde eran usadas en un principio por la nobleza para cazar animales de gran porte, ya que poseían mucha potencia y eran de grueso calibre. Por otro lado, su uso se extendió en la práctica del tiro deportivo, tanto en espacios interiores como al aire libre. La posibilidad de hacer poco ruido al ser disparadas, unido al hecho de que su sistema de funcionamiento y disparo no se veía afectado por la humedad, la lluvia u otros agentes climáticos, las convirtieron en armas de uso frecuente, y muy apreciadas, aunque al mismo tiempo temidas para el uso en el campo de batalla. Otras ventajas eran que, al disparar, no producían humo, lo que posibilitaba ver con claridad al enemigo sin ser visto, y se cargaban con más rapidez que las armas de fuego de avancarga de la época.
Fueron empleadas por primera vez en el campo de batalla por el ejército austríaco durante la Campaña del Tirol (en forma masiva) contra las tropas francesas de Napoleón Bonaparte.
Su auge aumentado en forma considerable hasta el presente, fomentado en gran medida por su uso en competencias internacionales, en la modalidad de tiro olímpico. Una de las razones que más influyó en ello fue el bajo costo de su munición, ya que es mucho más barata que la utilizada por las armas de fuego; además, pueden ser empleadas en el tiro recreativo o de iniciación en lugares cerrados o abiertos, generalmente sin riesgo alguno, pero observando siempre las normas de seguridad básicas aplicadas a las armas de fuego.
 

Principios de funcionamiento
 

Utilizan esencialmente aire como fuente de energía para funcionar o bien el dióxido de carbono o nitrógeno (que son a su vez gases que componen el aire). Las que se mencionan en primer término funcionan con aire comprimido, empleando un resorte helicoidal metálico simple o doble, con un pistón que se desplaza por el interior de un cilindro diseñado para tal fin. En nuestro país, una de las empresas más conocida en la fabricación (y quizá la de mayor producción) es la cooperativa de trabajo Reno-Mahely, que está ofreciendo en el mercado las carabinas Junior, Senior y Master en los calibres 4,5 mm y 5,5 mm.  

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La carga en estos casos se efectúa por medio del quiebre del cañón o de una palanca situada en paralelo, la cual comprime el o los resortes de impulsión moviendo al pistón hacia su posición máxima de retracción. En ese punto, el conjunto se traba o engancha en una muesca, luego se coloca el balín en la recámara y el cañón o la palanca son llevados a su posición original, dejando el arma lista para disparar. Al apretar el gatillo o cola del disparador, el conjunto resorte-pistón es liberado súbitamente con violencia y rapidez, desplazando y comprimiendo el aire desde el cilindro hacia la recámara por medio de un pequeño orificio que sopla la cantidad de aire necesario como para mover y propulsar el balín fuera del cañón.  
Existen casos similares de funcionamiento en algunos modelos producidos por las fábricas Gamo o la turca Hatsan, por ejemplo, que difieren con el sistema anterior en que no emplean resortes helicoidales metálicos para impulsar el pistón, sino un cilindro o depósito estanco (hermético) lleno de aire o de nitrógeno. A diferencia del sistema tradicional que emplea resortes metálicos convencionales de alambre (que pierden elasticidad y se fatigan después de cierta cantidad de disparos), estos modelos no presentan ese inconveniente, razón por la cual logran aumentar considerablemente la potencia y la vida útil del arma.
Existen también las armas neumáticas que funcionan con aire, dióxido de carbono o nitrógeno pre comprimidos. A diferencia de las anteriores, éstas poseen un depósito que se carga y se llena a presión con un botellón, inflador o compresor desde el exterior. Una vez que se realiza la carga completa, se procede a amartillar el arma quedando lista para disparar; luego se oprime la cola del disparador y, al caer el martillo inmediatamente, éste abre y cierra el paso de una determinada cantidad de aire o gas mediante una válvula, desde el depósito hacia la recámara, a través de un tubo conector.

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La autonomía que poseen antes de volver a llenar el depósito es de aproximadamente 30 disparos. En general, si el arma es de buena calidad, la potencia se mantiene estable y pareja en todos los disparos antes de agotarse la carga total del depósito. Suelen conocerse como PCP (pre charged pneumatic) y en la mayoría de los casos son bastante más potentes y durables que las de resorte de alambre helicoidal y pistón. Es importante saber que las operadas por dióxido de carbono varían sensiblemente la potencia y lógicamente también el punto de impacto, cuando se presentan variaciones significativas de presión y temperatura.
Otra variante menos conocida es el arma neumática de bombeo múltiple o único, donde la compresión del aire dentro del depósito se efectúa mediante el movimiento repetitivo de una palanca que forma parte (en muchos casos) de los guardamanos u otra parte del arma; en ese supuesto, la potencia desplegada por el arma será proporcional a la cantidad de bombeos que se realicen (en general desde los dos o tres bombeos, a los 10). Suelen ser muy precisas, aunque de potencia regular en algunos casos, pero presentan el inconveniente de ser lentas al momento de querer efectuar un segundo disparo debido al tiempo requerido para comprimir el aire en el depósito mediante sucesivos movimientos de bombeo. Las marcas más comunes que usan este sistema son Crossman, Daisy, Gamo, etc.
Los calibres comerciales más conocidos en éste tipo de armas son el 4,5 mm, el 5,5 mm y el 6,35 mm, aunque existen modelos de calibres superiores para la caza de animales de gran porte, como lo es el .45 de la carabina Airforce Texan Big Bore. Si bien se usan generalmente para la caza menor y el tiro deportivo, hay modelos de carabinas accionadas por dióxido de carbono especialmente preparadas para lanzar dardos anestesiantes y pensadas para la captura viva de animales salvajes, manejo de ganado peligroso y uso veterinario donde se requiere sedación o inmovilización de animales a distancia. 
Existen empresas que fabrican escopetas cuya fuente de potencia regulable es el dióxido de carbono en diferentes calibres y que en algunos casos tienen cañón desmontable, de manera tal que pueden ser colocados otros de diferentes calibres (que la misma empresa fabrica a pedido) en reemplazo.También es importante mencionar que la potencia y la velocidad que desarrollan los distintos proyectiles disparados por las armas neumáticas son tan diversas como la cantidad de marcas y modelos que existen en plaza, de manera tal que no se puede hacer una referencia exacta de ésas circunstancias, pero sí un intento de aproximación. En general los proyectiles que usan suelen tener básicamente forma de copa con una base hueca u agujereada, aunque también pueden ser ojivales, troncocónicos sólidos o de punta hueca y además pueden tener parte del cuerpo compuesto por otro metal o material, de acuerdo al propósito buscado. No solo existen armas largas neumáticas (llamadas comúnmente carabinas o rifles), sino también pistolas y revólveres que funcionan y operan de diferentes maneras utilizando, aire, dióxido de carbono u otro gas. Asimismo, en general pueden ser de tiro a tiro, de repetición, o semiautomáticas, y poseer cargadores cilíndricos, tubulares, rectilíneos, etc.

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Darío Raúl Chiviló

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