El sistema de carga manual conocido como acción de cerrojo –o bolt action, en inglés– es el que más aceptación tiene en los rifles de caza, ya que reúne sencillez, fortaleza y efectividad. Pero, si bien la mayoría posee un aspecto similar, tienen características diferentes que es conveniente conocer a la hora de elegir un arma.
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Los tetones
Cumplen la función de bloquear firmemente el conjunto y se encuentran en la parte frontal del cuerpo del cerrojo. La mayoría de las acciones poseen dos tetones u orejetas opuestas (Remington Modelo 700, Ruger Modelo 77 Mark II, Mauser 1909, Savage Model 110 Series, Winchester Modelo 70), mientras que los Browning A-Bolt y X-Bolt tienen tres y los Weatherby Mark V tienen tres grandes, divididos en tres cada uno, lo que lo vuelve un cierre de nueve orejetas.
Todos los sistemas cumplen su función perfectamente, pero en su accionamiento poseen una diferencia. Los cerrojos de dos tetones opuestos hacen que, para accionarlos, haya que levantar la manivela casi unos 90°, mientras que los que poseen tres, sólo necesitan una elevación de manivela a los 60°. Sin duda, para alguna disciplina de tiro (o por simple preferencia personal) esta particularidad puede ser significativa.
Alimentación
Se observan dos tipos en los cerrojos modernos: controlada y por empuje. La primera posee la característica de que, al avanzar el cerrojo y comenzar a sacar del almacén un cartucho, introduce el reborde de éste por debajo de la uña extractora. Por lo que, en el momento en que el cartucho ingrese en la recámara, ya estará firmemente sujetado a la cabeza del cerrojo. Esta alimentación controlada, típica del Mauser Modelo 1909, la podemos encontrar en los Ruger M 77, Winchester Modelo 70 Pre 64, Zastava, CZ y en todos aquellos cuyas acciones deriven de la creada por Paul Mauser para su K-98.
Los cerrojos de alimentación por empuje son los más difundidos, seguramente por su sencilla fabricación, sin que ello signifique que no sean efectivos. En este tipo de acción, el cerrojo empuja el cartucho que se encuentra en el almacén cargador, llevándolo hacia la recámara pero totalmente suelto. Recién al cerrar el conjunto, la uña extractora toma el reborde de la vaina.
Expulsores
El expulsor (llamado eyector o botador), es el encargado de expeler la vaina servida una vez que es extraída de la recámara. Se lo clasifica en: activo y pasivo. El primero se caracteriza por poseer un perno que sobresale del frente del cabezal del cerrojo, con un resorte posterior que le da tensión. Es el utilizado en las acciones de alimentación por empuje. Al introducir el cartucho en la recámara, el culote oprime el perno eyector. Al retirarlo, la tensión de ese perno arroja la vaina (o cartucho) hacia un costado.
La fuerza para expulsar la vaina es proporcionada por la tensión ejercida por el perno, independientemente de la fuerza con que accionemos el cerrojo hacia atrás.
Los expulsores pasivos se utilizan en las acciones de alimentación controlada. En este tipo de acto, la vaina es llevada por el cerrojo hacia atrás, donde una pieza (botador o eyector) que se encuentra en el cuerpo de la acción golpea el borde del culote, expulsando la vaina hacia un costado. Aquí, la fuerza con que es arrojada depende de la presión con que accionemos el cerrojo.
Uña extractora
Es la encargada de sujetar la vaina al cabezal del cerrojo, para poder ser extraída de la recámara cuando éste es accionado hacia atrás. De su correcto funcionamiento depende que el fusil no se convierta, por razones de fuerza mayor, en un monotiro. Las más características son las de alimentación controlada, por su tamaño y por la longitud de su cuerpo, que se puede observar a todo lo largo del cerrojo. Entre las de acciones por empuje, se pueden distinguir la utilizada en la Remington 700 que, si bien es efectiva, adolece de cierta fragilidad. Esta uña extractora está confeccionada con un fleje circular instalado dentro de una ranura del cabezal del cerrojo, que no es la predilecta en la caza de especies peligrosas, ante la posibilidad de alguna rotura accidental.
Sako adopta un cerrojo similar al Remington pero modifica la uña extractora, logrando un mecanismo más fuerte y seguro que es adoptado por la mayoría de las marcas. Se trata de una bien dimensionada uña que se encuentra alojada en una cavidad practicada en el lateral del cabezal, y se mantiene en tensión por un resorte. Tan efectiva resulta que algunos usuarios, mecánico armero mediante, modifican los cerrojos Remington para adaptarlos con uñas extractoras de este estilo.
En definitiva, la sola inspección ocular de un cerrojo, teniendo en cuenta estos detalles, facilitará elegir el que más se adapte a nuestros gustos o necesidades.
Nota completa en Revista Weekend del mes agosto 2018 (edicion 551)
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