Tras la flexibilización de la cuarentena anunciada el 25 de abril, aumentó la circulación de personas y vehículos en las calles de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. A bordo del transporte público también se ve más gente. Por eso, la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) estableció nuevas exigencias en el protocolo dispuesto para pasajeros y choferes de colectivos, con la finalidad de que se siga cumpliendo el distanciamiento social y prevenir posibles contagios de coronavirus.
Sin vuelos comerciales hasta septiembre
A través de la Disposición 28/2020, publicada este hoy en el Boletín Oficial, detalló los alcances del “plan de Emergencia-COVID-19, para el transporte automotor”, en la cual estableció las pautas mínimas de higiene y prevención que contribuyan a minimizar la propagación del virus. Y que alcanzan al transporte automotor urbano de pasajeros, al transporte automotor interurbano de pasajeros y al transporte automotor de cargas generales y peligrosas, así como a las terminales de ómnibus y ferroautomotoras.
Ya estamos soñando con volver a viajar
Este texto ratifica muchos de los puntos incluidos en el protocolo del 18 de marzo, pero también introduce como obligaciones generales algunas iniciativas que ya se se estaban implementando. A saber:
- Las empresas tendrán que mantener, mientras dure la cuarentena, los esquemas de frecuencias para la prestación de servicios dispuestos para evitar la convocatoria diaria del personal que no resulte esencial para su prestación.
- Antes de entrar en servicio, los conductores deberán seguir siendo sometidos a controles de temperatura corporal. Si presentan fiebre, o algún síntoma compatible con COVID-19, no deberán trabajar y se dispondrá el protocolo para personal enfermo.
- En el caso de que el diseño del colectivo lo permita, se deberá clausurar la puerta de ingreso delantera que se ubica a la derecha del chofer. Para los pasajeros quedarán habilitadas las puertas posteriores de la unidad, tanto para el asenso como para el descenso.
- El personal asignado al servicio deberá tener a su alcance: alcohol en gel y soluciones a base de alcohol, además de jabón antibacterial y toallas desechables. Las empresas deberán proveer diariamente de barbijos a los conductores y demás empleados que desarrollen tareas vinculadas a la actividad en instalaciones de la misma, terminales de ómnibus o ferroautomotoras.
- Cuando termine la cuarentena, así como el chofer deberá usar barbijo, también lo tendrán que seguir cumpliendo los pasajeros (se permite en sus casos el uso de tapabocas como alternativa).
- En todos los colectivos deberá instalarse una aislación física transparente que separe a los pasajeros del conductor.
- Además, deberá instalarse una señal de separación entre el chofer y el pasaje a un metro y medio del habitáculo del conductor, mientras dure el aislamiento social, preventivo y obligatorio (quedará anulada íntegramente la primera fila de asientos).
- El interior de los vehículos continuará siendo desinfectado al comenzar y al finalizar cada servicio. Eso se hara “mediante un pulverizador rociador con una solución desinfectante a base de alcohol, lavandina o amoniaco, u otro desinfectante aprobado por el Ministerio de Salud, prestando especial atención a los pasamanos y todos los elementos que utilizan habitualmente para sujetarse los pasajeros”.
- Mientras el vehículo se encuentre a la espera de iniciar servicio, como así también durante su circulación, deberá permanecer con sus ventanillas abiertas para facilitar la ventilación continua.
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