La Patagonia es una de las zonas elegidas por los argentinos para el verano. Con un clima ideal para pasar unas vacaciones relajadas, la conjunción de montaña, lagos y playa convierten a cualquiera de sus ciudades en un imán. Y una de sus localidades más deseadas sea Villa La Angostura, la preciosa ciudad de Neuquén. Pequeña, exuberante, rodeada por lagos y montañas, tiene mucho para ofrecer al visitante. Pero atención, el que piense en pasar sus vacaciones aquí tiene que decidirse con anticipación porque, pese a que se sigue trabajando en incorporar emprendimientos turísticos, sobre todo casas y departamentos para alquilar, “la gente empieza a reservar en invierno para la temporada de verano -explica Ramiro Fernández de Lépore Propiedades, que hace 21 años tiene una oficina abierta allí-. Aquellos que vienen por primera vez a veces se quedan sin lugar. Por lo general buscan algo simple y práctico para estar 3, 4 o 7 días, aunque el promedio de estadía es de 15. La mayoría elige departamentos de dos ambientes o cabañas con 3 habitaciones. Preferentemente con vista al lago, que son los más caros. Hay varios desarrollos pensados para este fin e incluyen servicios de mucama, limpieza y recambio de ropa blanca cada 3 días; algunos incorporaron el desayuno. Son edificios que están preparados con amenities, pileta climatizada, sauna y spa, como si fuera un hotel”.
Avistamiento de delfines oscuros en la Patagonia
Una vez resuelto el alojamiento de acuerdo a cada estilo (la oferta es amplísima y va desde hosterías a hoteles de 4 estrellas, casas junto a la playa o en lo alto de la montaña), tenemos que concentrarnos en las actividades que se pueden hacer. Por supuesto que ir a la costa y meterse en el agua es una de las principales. Recomendamos para eso elegir la zona del río Correntoso (el más corto del mundo según rezan los carteles) y su lago, junto al hotel del mismo nombre con más de 100 años, pues su caudal es más cálido. No se sorprendan de compartir el espacio con avezados pescadores con mosca, pues es la zona perfecta y muy buscada para conseguir truchas, con una gran dosis de paciencia que será bien recompensada. Aquí también está el sendero Camino Viejo al lago Espejo, que parte del Paso de Pescadores y va bordeando el lago Correntoso. Una delicia corta y bordeada de asientos ideales para la contemplación del paisaje.
Hay varios trekkings para hacer en la zona, con diferentes niveles de dificultad. Por ejemplo en el río Bonito, que pasa junto a la sede de la Fundación Salmónidos de Angostura (dedicada a la siembra de alevinos), hay un sendero peatonal que va paralelo al cauce, largo aunque de baja dificultad, que premia con una playa solitaria, tranquila, especial para el relax. Entre los muchos árboles caídos que hay, algunos fueron convertidos en asientos circunstanciales, y se destaca uno hecho trono muy instagrameable. Aquí las retamas pintan todo de amarillo y perfuman el ambiente.
En el ingreso a Cerro Bayo, cuyas aerosillas funcionan en verano, está el sendero Huella Andina, una bajada empinada que culmina en el lago Traful luego de dos días de caminata y acampe. Sin necesidad de hacerla completa, a los pocos metros se llega al mirador de la cascada río Bonito (foto arriba), con un caudal ruidoso en verano. Claro que también se pueden visitar los lagos de la zona, como el precioso y tranquilo Espejo, especial para hacer deportes náuticos o descansar debajo de la arboleda que llega casi hasta el agua.
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