Declarado Monumento Histórico Nacional por su belleza y con una gran cantidad de pinturas rupestres, el Alero Charcamata en la zona noroeste de Santa Cruz se abre a quienes lo visitan como un viaje en el tiempo por la naturaleza, con cañadones, flora y fauna, aventura, trekking, arte rupestre y paisajes majestuosos. Una historia a la que se accede por el Portal Cañadón Pinturas del Parque Patagonia y que se empieza a disfrutar mucho antes de llegar.
Sobre la meseta del lago Buenos Aires se encuentran cientos de petroglifos realizados por pueblos ancestrales de cazadores de guanacos, cuyas representaciones de paisajes y grandes manadas de la especie, que definió su cultura, permanecen casi intactas. El parque incluye una muestra representativa del cañadón del río Pinturas, que contiene al sitio patrimonio de la humanidad Cueva de las Manos, y la Reserva Charcamata con arte rupestre de unos 9.000 años de antigüedad.
El Alero Charcamata mide 81 metros de largo, 24 de alto y 45 metros de profundidad. Es una especie de hendidura en la parte baja de una pared rocosa que se formó al final de las glaciaciones por acción del agua derretida de los glaciares que fue socavando las montañas. “Es casi como una caverna y tiene el acceso a los pies de la cueva, sin infraestructura, por lo que el contacto es mucho más cercano” reveló el guía y director de Turismo de Perito Moreno, Claudio Figueroa.
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Según Figueroa, el camino hacia el Alero hace sentir a los visitantes como exploradores. Por caminos internos. “llegás caminando por dentro del Cañadón, metiéndote de a poco en la vida de campo, transitando la estepa. Avanzás descubriendo la historia y eso es lindo”, describe. Particularmente la excursión hasta el Charcamata “es de unas 8 o 9 horas, -explica el guía-. Saliendo desde Perito Moreno, tenemos 90 km de distancia, de los cuales hay 60 km de asfalto y 30 de ripio. Hay que vadear el río Pinturas hasta un punto donde se deja la camioneta, que sí o sí debe ser 4x4".-
Arte rupestre
Así comienzan 2 km de un sendero que se recorre a pie con una dificultad baja y que es rico en belleza escénica. El viento como compañero a cada paso abre el camino que conduce a un alero con pinturas plasmadas en la roca, testigo del paso del tiempo. Los Tehuelches y sus antecesores fueron quienes realizaron estas obras pictóricas, ubicadas en el cañadón del valle del Alto Río Pinturas, al sur de la localidad de Perito Moreno, en Santa Cruz. Junto a la Cueva de las Manos, se trata de una de las más significativas y antiguas manifestaciones de arte rupestre de la Patagonia.
En el recorrido se cruzan dos estancias antiguas y se puede conversar con sus paisanos que viven allí hace 30 años mientras choiques, guanacos y algún zorro observa la comitiva. “Como es un sitio arqueológico que fue declarado Monumento Histórico Nacional requiere de un protocolo especial: esencialmente no levantar nada del piso ni invadir las paredes pintadas hace cientos de años".
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