Con un estilo muy diferente a las clásicas ciudades norteamericanas, y un aire muy hispano, Saint Augustine –o San Agustín en español– guarda fantásticos tesoros para disfrutar en una inolvidable visita, especialmente porque está a menos de dos horas de la favorita Orlando, Florida. St. Augustine es también conocida como The Ancient City y fue fundada en 1565 por el almirante español Pedro Menéndez de Avilés. Esta ciudad estuvo bajo gobierno de franceses, ingleses, españoles y estadounidenses, siendo los españoles los que más influyeron en su estilo de construcción, y eso se aprecia en muchos edificios que actualmente están protegidos y hacen que el lugar permanezca detenido en el pasado.
Mucha historia para conocer
Sus calles empedradas invitan a ser recorridas y así descubrir sitios como la primera escuela de madera de los Estados Unidos, la gran puerta de entrada a la antigua ciudad o el Crucial Coffee –instalado en una casa de madera original–, junto con museos, edificios históricos, bares, restaurantes y diversos locales que nos acompañan en un paseo inolvidable. St. George Street es la calle principal de la ciudad antigua y parece detenida en el tiempo; uno comienza a recorrerla y se pierde admirando los detalles que van apareciendo a nuestro paso. Vale disfrutar de un descanso en alguno de los bares de tan hermoso paseo y solo relajarse con su contemplación.
Los nombres de las calles reflejan la pasada presencia hispana como ser Valencia, Granada, Córdoba, Zaragoza o Cádiz, entre otras, además de los blasones que engalanan las entradas a las casas, incluso en la Catedral de la ciudad campean los escudos español y norteamericano, dando muestra de su rico pasado. Todo esto lleva a encontrar contraposiciones en muchos de sus edificios, como la primera escuela de madera y el Flagler College, que fuese el antiguo Hotel Ponce de León, construido por el empresario Henry Flagler en 1888. En esta hermosa estructura del Renacimiento español, Flagler no escatimó gastos en la opulencia del hotel. Louis Comfort Tiffany fue el diseñador de interiores y su legado continúa en los hermosos vitrales del Dining Hall que, junto con la sala Flagler, han sido restaurados por más de lo que costó construir la propiedad hace 100 años. En el lobby hay un impresionante techo abovedado de 24 metros apoyado en ocho pilares de roble tallados.
Flagler construyó también el Alcazar Hotel, donde hoy funciona el City Hall, y el Lightner Museum, que cuenta con interesantes obras de arte. La Catedral de St. Augustine, la Iglesia Presbiteriana y la Iglesia Unida Metodista son otras visitas que no hay que perder en conjunción con otros importantes edificios, como son el Museo Villa Zorayda y la Casa de Gobierno frente a la Catedral.
Williamsburg, donde cobra vida la historia
Construcciones españolas
El Fuerte San Marcos es, sin dudas, la atracción principal de la ciudad histórica. Esta fortaleza de más de 300 años fue construida por los españoles para defensa y hoy es una de las paradas obligadas. Las numerosas habitaciones, que alguna vez alojaron a soldados y prisioneros, recrean en detalle la historia del fuerte y del lugar. En el gran patio interior y las murallas, que ofrecen una gran vista de la ciudad, se ve a los soldados con sus uniformes de otros tiempos, representando tareas. Varias veces al día hombres ataviados como en la época de esplendor de este puerto, disparan cañonazos acompañados por toda la explicación del procedimiento.
Granada: un viaje al pasado
Caminando por los alrededores de la ciudad histórica se encuentran pintorescas casas alejadas del bullicio turístico y que permiten pasear disfrutando de su arquitectura y de la tranquilidad de la zona. Justamente, salir del típico recorrido turístico es lo que hace que se descubran lugares de ensueño, como esta hermosa y oculta perla estadounidense, algo que hace disfrutar mucho más de los viajes por el mundo.
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