Tuesday 19 de March de 2024
TURISMO | 19-12-2018 21:04

Malé, la otra cara de las islas Maldivas

En la capital viven 100.000 personas en un área de dos kilómetros cuadrados. Está lleno de mezquitas, edificios de departamentos y oficinas.
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En las pequeñas islas Maldivas, todos los ruidos fuertes
parecen hundirse con el sol de la tarde en el océano Índico. Un
silencio maravilloso, pero no así en Malé. Cuando el intenso calor se
vuelve soportable al final del día, la capital del archipiélago despierta
.
Miles de motonetas zumban como un enjambre de avispas espantado
por las estrechas calles de la ciudad. El petardeo rebota contra las paredes de las casas.

En Malé circulan unas 30.000 motocicletas y motonetas. Casi nadie
tiene un coche
. ¿Para qué? Las calles son angostas, muy transitadas y
cortas. Acá No pocos automovilistas en la ciudad no han metido nunca la
cuarta marcha. Viven casi 100.000 personas en un área de dos kilómetros
cuadrados. La capital maldiva es uno de los lugares más densamente
poblados del mundo.
Está lleno de mezquitas, edificios de
apartamentos y oficinas.

A última hora de la tarde la ciudad bulle como un termitero. Los
maldivos salen a la calle a disfrutar de la vida nocturna. En cada
rincón hay sencillos restaurantes, cafés y salones de té,
pero bares
no. El alcohol está prohibido en este país rigurosamente
islámico. En la capital sólo hay alcohol en el aeropuerto
internacional de la isla Hulhulé, donde el Island Hotel
probablemente pudiera vivir sólo de los ingresos del bar.

Mientras que los maldivos se juntan en Malé para tomar té y fumar en
cachimba, en los 26 atolones con  hoteles todo incluido para los
turistas el consumo de bebidas alcohólicas no está restringido. Sin
embargo, en la mayoría de las islas Maldivas los turistas beben de
forma moderada. En el archipiélago no existe el turismo de
borrachera.

Pese a todas las turbulencias políticas, todos los jefes de Estado
siempre han promovido las Maldivas como un destino turístico de lujo.
Hoy predominan en los atolones los hoteles de cuatro y cinco
estrellas. La capital está situada a una distancia de unos 20
minutos en hidroavión o alrededor de una hora en un yate rápido.
Aún
así hay un mundo de diferencias entre la vida de los turistas y la
diaria de los nativos en Malé, y no sólo por la prohibición del
alcohol, de la que están exceptuadas las islas turísticas.

En los complejos hoteleros de lujo, el estilo de vida es
occidental-liberal. La mayoría de las turistas llevan en las playas
menos ropa que la que muchas maldivas en Malé llevan en la cabeza.
Después de varias décadas de islamismo moderado, se está imponiendo
cada vez más una interpretación más severa de la religión
.

1912_malacaraycaminos


Eso apenas se nota en las islas turísticas, donde los visitantes
extranjeros apenas entran en contacto con la vida normal en las
Maldivas. Generalmente, nada más llegar al aeropuerto de Malé se
dirigen a su destino en hidroavión o lancha rápida.

Sólo pocos turistas hacen excursiones a la capital, y mucho menos
después de que se desataran disturbios en Malé a principios de este
año. Sin embargo, merece la pena visitar la ciudad.

Cada tantos minutos salen ferris de la isla de Hulhulé, donde está
situado el aeropuerto,
a la capital. Muy cerca del atracadero se
encuentra el centro islámico con la imponente Mezquita del Sultán
Mohamed Thakurufaanu Al Azam.
Enfrente está el Rasrani Bageechaa, uno
de los pocos parques grandes
, y al otro lado se encuentra el antiguo
palacio presidencial. En el centro de la isla está escondida la
antigua Mezquita Hukuru de los Viernes. El templo, hecho de piedra de
coral, fue construido a mediados del siglo XVII por órdenes del
sultán Ibrahim Iskandar I.
   
También en la actualidad se siguen construyendo en las Maldivas
pequeñas mezquitas. Sin embargo, el boom de la construcción en el
Estado insular no tiene nada que ver con la religión sino con los
réditos. En 2017 se inauguraron dos docenas de nuevos
complejos turísticos.
Prácticamente cada gran cadena hotelera tiene
al menos un resort en las Maldivas. Para poder resistir a la
competencia, buscan una característica propia.

La mayoría de los turistas no se enteran de los proyectos de
construcción en los atolones debido a la gran vastedad del
archipiélago. Las Maldivas tienen una extensión de casi 900
kilómetros en dirección norte-sur.
De las poco menos de 1.200 islas,
sólo unas 220 están pobladas.

1912_malacaraycaminos

Por el contrario, en Malé y los alrededores es imposible no ver la
fiebre constructora. En muchos lugares se ganan tierras al mar con
vertidos de arena. La isla de Hulhulé fue unida a la de la
capital con un puente de varios carriles. Los planes en la isla del
aeropuerto prevén la construcción de viviendas para 100.000 personas
en dos años.

Para los turistas, el gigantesco proyecto urbanístico contempla la
construcción de grandes complejos de ocio. Sin embargo, es dudoso que
los turistas usen esas instalaciones. ¿Quién visitaría un centro de
entretenimiento con restaurantes de comida rápida si en su lugar
puede pasar más tiempo en una isla de ensueño?
    
Información básica:

Cuándo viajar: en las islas Maldivas siempre es verano. Las
temperaturas del aire se sitúan entre 25 y 31 grados y las
del agua entre 27 y 29 grados.

Informaciones: www.visitmaldives.com

DPA

 

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