Un rico hombre de negocios de Oriente se enamora de
un pueblo de montaña desmoronado, conquista con una idea fabulosa los
corazones de habitantes desconfiados y convierte a la localidad en una
de las estaciones de esquí más modernas de Europa. Esto ha ocurrido
en la población suiza de Andermatt.
El protagonista de esta historia es el inversor egipcio Samih
Sawiris, un hombre que siempre sonríe, es realista y sabe ganar. Si
Sawiris hubiese sido un jeque arrogante del desierto, como muchos
temían, los habitantes de Andermatt seguramente nunca habrían
aprobado sus audaces planes.
En tal caso, Andermatt, situado a los pies del monte Gemsstock, de
2.961 metros de altura, no habría renacido de sus cenizas para
formar, junto con Sedrun, la zona de esquí más grande del centro de
Suiza. Veinticinco telesquís llevan a los esquiadores a 120
kilómetros de pistas.
”Hasta ahora dependíamos para regresar a Andermatt del ferrocarril
Cervino-Gottardo”, dice el profesor de esquí Fränggi Gehrig. Los
trenes rojos, que comunican el centro de Suiza con el cantón del
Valais, siguen en servicio y también el popular vagón Après-ski con
DJ y todo sigue circulando entre Sedrun y Andermatt.
Ahora, en Andermatt la gente espera el gran despegue, ya que la
localidad se ha vuelto atractiva para la masa de turistas de
invierno. El monte Gemsstock de Andermatt es demasiado exigente para
los esquidores comunes y corrientes. Sin embargo, la nueva gran
estación de esquí tiene también montes, como el Mönch y el Monte
Rosa, donde todos pueden disfrutar de este deporte. Los descensos por
los glaciares de Gurschen o Santa Ana sólo son aptos para expertos.
Las pendientes del lado norte del Gemsstock con su nieve de polvo,
que muchas veces llega hasta la rodilla, ejercen una atracción mágica
sobre los freeriders. En esta parte del continente nieva mucho y con
frecuencia. En tiempos del cambio climático, esto es una ventaja para
una estación de esquí.
Sin embargo, los turistas que van a esquiar quieren algo más que
buenas condiciones de nieve y desafíos. Buscan telesquís modernos,
praderas en suaves pendientes donde sus hijos puedan jugar y cabañas
acogedoras. Y todo esto lo encuentran alrededor del paso montañoso
Oberalp, en el área de Sedrun.
Gracias a la fusión con Sedrun, Andermatt cuenta ahora con la
estación de esquí que necesita para sus turistas. “Cualitativamente
queremos alcanzar un nivel comparable a Zermatt o St. Moritz, es
decir, una estación de esquí de primera categoría”, dijo el inversor
Samih Sawiris recientemente al periódico “Blick”.
El egipcio es consciente de que el éxito de su megaproyecto depende
totalmente de la estación de esquí, porque Andermatt carece del
glamour de St. Moritz y no puede ofrecer una montaña tan espectacular
como Zermatt con el Cervino. Las cimas situadas alrededor de
Andermatt, una localidad ubicada a 1.444 metros de altura, tienen un
aspecto poco espectacular y ni siquiera Sawaris puede cambiar esta
realidad.
Cuando Sawaris llegó en 2015 a Andermatt, el pueblo había caído en un
fuerte declive ocasionado por la salida del Ejército. Durante muchos
años, los cuarteles en la localidad formaban parte del sistema
defensivo Réduit, que debería servir como refugio para los suizos en
caso de un ataque desde el exterior.
”Los bares y todos nosotros vivíamos del Ejército”, cuenta el guía
turístico local Bänz Stimmen. Los soldados eran poco exigentes. No
era necesario tener una buena cocina para ellos”. Los habitantes se
aletargaron. El brusco despertar llegó después del fin de la Guerra
Fría, cuando el Ejército suizo abandonó la fortaleza alpina por
motivos económicos. Los soldados se marcharon y sólo pocos turistas
visitaban Andermatt. El pueblo entró en declive, hasta que llegó
Sawiris.
El egipcio reconoció el potencial del pueblo de montaña, que a
diferencia de St. Moritz, Zermatt o Gstaad está situado bastante
cerca de ciudades grandes y aeropuertos. El inversor vio la
oportunidad de hacer un gran negocio. Aportó el dinero necesario y
los conocimientos. Sawiris pertenece a una familia de empresarios
coptos que ha creado de la nada ciudades enteras. Un ejemplo es el
paraíso turístico El Guna, a orillas del mar Rojo.
La forma de actuar del egipcio fue muy importante. Sawaris habla un
alemán perfecto y presentó sus planes personalmente. Al final, el
megaproyecto fue aprobado por los municipios, los cantones y también
por los habitantes de Andermatt.
Sawaris anunció que invertirá 1.800 millones de francos suizos (unos
1.600 millones de euros) en el proyecto. El inversor admite que hasta
el momento ha registrado pérdidas pero no le preocupa. “El
proyecto Andermatt ya no puede fracasar -dijo el multimillonario al
periódico Blick-. Los grandes riesgos han sido superados”.
Sin embargo, Sawiris aún está lejos de terminar el proyecto, que
prevé la construcción de seis hoteles, unas dos decenas de chalets y
más de 400 departamentos en 42 edificios. Hasta el momento sólo cinco
edificios están terminados y muchas de las viviendas aún no han sido
vendidas. Y Sawaris sólo puede recuperar sus inversiones mediante la
venta de los bienes inmuebles, que cuestan varios millones de
francos. Por esto está haciendo todo lo posible para volver más
atractivo a Andermatt.
Sin embargo, no todos están contentos en el pueblo. El aumento de los
precios de alquiler y las numerosas obras son motivo de disgusto.
Fränggi Gehrig, el profesor de esquí, se conforma con las
desventajas, ya que al igual que otras muchas personas se beneficia
con el auge del pueblo. “¿Y qué otra alternativa había? -se pregunta
Gehrig-. Sin Sawiris, el futuro de Andermatt sería muy oscuro”.
Información básica:
Cómo llegar: el aeropuerto más cercano es el de Zúrich. La distancia
por carretera es de 109 kilómetros.
Cuándo viajar: la temporada de esquí comienza en noviembre y termina
en mayo. La mejor época va de mediados de diciembre a fines de marzo.
Informaciones: Andermatt (0041/41 888 71 00, www.andermatt.ch) y
Turismo de Suiza, (00800/100 200 29 (gratis) (www.myswitzerland.com).
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