Luego de un período de restauración y puesta en valor, el emblemático Castillo de la Reserva Parque Luro se prepara para recibir nuevamente a visitantes y amantes de la historia. Este domingo 10 de noviembre, a las 17, volverán a abrirse las puertas de este monumento histórico de La Pampa para que el público pueda disfrutar de su renovada belleza.
Durante los últimos meses, el edificio ha sido objeto de una minuciosa intervención que permitió recuperar su esplendor original. La reconstrucción de los techos, una obra de gran envergadura, fue llevada a cabo con el máximo respeto por el patrimonio cultural de la provincia. Cada detalle fue cuidadosamente restaurado para garantizar la preservación de este tesoro arquitectónico.
El Castillo de Parque Luro, mucho más que una simple construcción, representa un hito en la historia de La Pampa. Sus muros fueron testigo de momentos cruciales, así como albergaron personalidades destacadas del quehacer nacional. Ahora el edificio renace con el compromiso de seguir siendo un referente cultural y turístico para todos los pampeanos y visitantes.
La importancia del Castillo
Ubicado en RN 35, Km 294 del Departamento de Toay, el Castillo nació dentro de un coto de caza privado entre 1910 y 1911, se halla dentro de un área de 7.500 ha de protección paisajística. Es un fiel testimonio de las primeras formas de ocupación territorial y representativo del período de formación de la Argentina moderna iniciado a fines del siglo XIX. Además de su valor arquitectónico y artístico, se destaca por estar estrechamente ligado a los orígenes históricos de la sociedad pampeana por haber sido epicentro de la actividad provincialista en sus primeras décadas.
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La construcción del chalet y el diseño del parque se remontan a la primera década del siglo XX y se vinculan a la persona de Pedro Olegario Luro, médico, hombre de negocios, estanciero, legislador y activo provincialista. La adquisición del predio provino de su casamiento con Arminda Roca, hija de Ataliva Roca quien había obtenido dichas tierras como regalo de parte de su hermano Julio Argentino Roca.
Como exponente típico del espíritu de los hombres que pertenecieron a la Generación del ‘80, Luro decidió instalar allí el coto de caza más grande del mundo. Así fue que decidió la construcción de una casona de estilo francés, que comenzó en 1907 a la par que se avanzaba con la llegada de animales exóticos como el ciervo colorado. Con perspectiva hacia la laguna, la casona fue dotada de servidumbre, cocheras, caballerizas, y piscina. Se terminó en 1910-1911 y los cinco años siguientes fueron los de mayor esplendor para el coto de caza San Huberto por la visita de importantes personalidades internacionales.
Además de la actividad cinegética por la que se destacaba, Luro desarrolló la frutihorticultura, la ganadería y la explotación del caldén, cuya producción extraía por el ferrocarril hacia Bahía Blanca, a través de un tendido vial que conectaba el predio con la estación ferroviaria de Naicó. Sin dudas la visita refleja el esplendor de principios del siglo pasado con que fue concebido el edificio. Hoy es un clásico ver la brama de ciervos desde sus miradores durante marzo y abril. El costo de la entrada general a la Reserva Provincial Parque Luro es de $ 2.000, pero los residentes de la provincia tienen un descuento del 50 %. Los servicios guiados tienen un costo adicional de $ 1.000 por persona.Está abierta de lunes a viernes de 9 a 18:30; sábados, domingos y feriados de 10 a 18:30.
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