En Europa ya rigen nuevas medidas en los aeropuertos

La Comisión Europea presentó este miércoles 13 de mayo un marco común de reglas para la reapertura segura de la aviación comercial que está listo para ser aplicado cuando finalicen los bloqueos por el coronavirus. La comisionada de Transporte de la Unión Europea, la rumana Adina Valean, adelantó que las medidas incluyen al distanciamiento social y otras normas de las que ya venimos hablando como el uso de tapabocas, en aeropuertos y a bordo de los aviones, el uso de equipos de protección para el personal y la desinfección de las instalaciones y aeronaves, dos prácticas que ya han establecido las compañías, los gestores aeroportuarios y, de forma obligatoria, algunos gobiernos como España.

La representante puso el énfasis dos elementos: se trata de "principios horizontales" que deberán respetarse al reabrir las conexiones aéreas y que todo se irá adecuando a la situación sanitaria, que es el tema prioritario. Los especialistas en salud establecerán los criterios que los estados miembros de la Unión Europea deberán aceptar para garantizar un enfoque común para los viajes transfronterizos. "Tenemos que asegurarnos de que los criterios de salud sean respetados y estén en su lugar antes de que ocurra una relajación en el viaje", dice Valean.

La comisaria de Transportes de la Unión Europea sugirió que las medidas de distanciamiento social deberán continuar en los viajes aéreos, el modo de transporte más afectado por una crisis que no se irá de la noche a la mañana.  Y agregó que se requiere de un "enfoque gradual" para abrir las fronteras internas y externas, y restaurar el funcionamiento normal del área Schengen. “Deberían eliminarse únicamente una vez que la situación epidemiológica de las regiones fronterizas converja lo suficiente y las reglas de distanciamiento social se apliquen de manera amplia y responsable".

La Comisión Europea y la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) coinciden en que probablemente haya restricciones en los viajes hasta mediados o incluso fines de 2020 y que todo se transformará en una nueva normalidad del transporte aéreo, como pasó con las imposiciones aeroportuarias post 11 de septiembre. Aunque no hay claridad sobre el cuándo, está claro que la gradualidad comenzará por las rutas domésticas, seguirá por las internacionales de corto y medio radio, algunas podrían ser en simultáneo,y finalmente los vuelos intercontinentales. Es por eso que las organizaciones están coordinando un plan global de reinicio de vuelos.

Por ejemplo, las autoridades españolas informaron que ese país reanudará el tráfico aéreo en tres fases: nacional, europeo y largo radio. Y que están trabajando con protocolos dirigidos a garantizar la protección de los pasajeros como gestión de colas, desinfección de terminales, Ya se está pensando en la limitación del acceso en los aeropuertos y salas de embarque, y establecer marcas en el suelo para mantener las distancias, que ya se está. No obstante, cuando haya una mayor actividad, supondrá filas y esperas mucho más largas y una reducción enorme del volumen de flujo.

En los aviones, se plantea realizar limpiezas a fondo e higienización, mascarillas para los pasajeros y las tripulaciones, medidas que son reforzadas por los sistemas de filtrado de alta eficiencia HEPA y reciclaje de aire de las aeronaves que garantiza un ambiente libre en un 99,99 % de patógenos, incluyendo el coronavirus. También los asientos del centro vacíos para permitir cierto grado de distanciamiento entre pasajeros. Aunque las aerolíneas sostienen que con la sanitización de las cabinas y el filtrado del aire, hacer test y toma de temperatura en los aeropuertos antes de salir el vuelo y el uso obligatorio de mascarillas durante el vuelo garantizan la protección y la seguridad de los pasajeros. Tanto los aeropuertos como la industria aérea consideran que no es posible mantener el distanciamiento social. Por otra parte, con los asientos centrales desocupados, un avión iría al 65 % de su capacidad si el resto está ocupado, lo que no haría rentable al vuelo. Y tampoco habría suficiente distancia entre los asientos de pasillo. Quizás, como medida de corto plazo, esto podría ayudar a que los pasajeros volvieran a volar con más confianza. Pero a largo plazo podría cambiar la forma en que opera la industria opera, incluyendo un incremento significativo en el precio de los pasajes.

 Fuente: Hotetur.