El hotel más nuevo de Sao Paulo, Brasil, está cerca del centro, es super tranquilo y tiene una atención personalizada que asombra. Pese a tener 258 habitaciones y departamentos, en el flamante JW Marriott Torre Hotel, ubicado en Av. das Nações Unidas, 14401, Chácara Santo Antônio, uno se siente como el único huésped. Es que es que, por sus dimensiones, aunque esté con ocupación plena, los ambientes comunes permiten que los huéspedes se manejen con libertad.
Al arribar desde el aeropuerto de Guarulhos, que está a unos 30 km y al que conviene llegar por la tarde para evitar la rush hour matinal en la autopista, te reciben por tu nombre de pila y así va a ser siempre el trato hacia el viajero. Es una diferencia que te hace sentir cómodo como en tu propia casa. El edificio de 14 pisos inaugurado el 4 de mayo de 2022 es alto y grande, pues hasta las habitaciones más chicas son amplias y tienen vistas a la ciudad jardín y el trazado del río Pinheiros. Está apenas a 11 km de las principales atracciones del centro de la ciudad como el Mercado Municipal o el MASP (Museo de arte de San Pablo).
La zona en la que está es muy linda, verde y plena de edificios modernos como casi toda San Pablo. Justo debajo está el shopping Parque Da Cidade, muy comprometido con la defensa animal y que promueve la adopción de perros callejeros. Hasta tiene un parque de juegos para entretenimiento de los canes. Y un complejo de cines espectaculares, el Kinoplex, con butacas comodísimas que se hacen cama a gusto del espectador. Increíbles.
Descanso y placeres gastronómicos
Si la escapada es de relax, el JW es ideal porque tiene piscina in y out door con cómodas reposeras y un completo spa comandado con cordialidad por Nathalia, donde los masajes son a gusto del visitante. Fernanda, ante mi pedido de que fueran fuertes, comenzó colocándome los pies en un bol con sales de geranio, pachouli y limón, para seguir con un relajante y enérgico masaje en todo el cuerpo durante más de una hora.
Además este hotel tiene club lounge, una característica de la cadena Marriott que permite, por un suplemento, que los huéspedes alojados en los pisos superiores tengan acceso durante todo el día a comidas y bebidas con una insuperable vista. Los que se alojan en los departamentos (habitación con baño compartimentado, vestidor y living comedor) tienen elementos para prepararse té o café y servirse comida. Pero realmente no hace falta porque el restaurante Neto, ubicado en la zona más privada del hotel y comandado por el experto chef Ícaro Rizzo, ofrece platos deliciosos en un ambiente fresco y tranquilo. Pude conversar con él sobre la cocina del restó, abierta a la vista de los comensales, y esto fue lo que me dijo:
Pero antes de cenar conviene pasar por el lobby bar Cajú, para disfrutar de un trago. Yo probé el que da nombre al point, con cassis y resultó muy refrescante. Luego pude disfrutar de inolvidables entrada, plato principal y postre típico, siguiendo las sugerencias de Dario, el atento mozo. El momento perfecto para descansar en la enorme cama de mi departamento después de un día de spa, cine-relax y super cena.
A pasear
Este hotel suele tener huéspedes que viajan por trabajo durante la semana y familias de viernes a domingo, cambiando así la fisonomía del lugar. Por eso es tan importante su disposición de departamentos. Pude visitar la suite presidencial, enorme e insonorizada, con vistas a gran parte de la ciudad, cocina, living, comedor y habitaciones. Un lujo.
Si decidís hacerte una escapada a San Pablo, te dejo algunas visitas recomendadas, además de las mencionadas arriba: el Farol Santander, antiguo edificio bancario convertido en mirador y sala de exposiciones muy moderna (30 reales), el MASP, un museo de arte con una colección ecléctica (50 reales), y el inmenso parque Ibirapuera, de administración privada e ingreso gratuito que da para pasarse el día porque tiene museos, lagos y senderos para ciclistas y peatones.
Edición de video y subtitulado: Aldana Córdoba.
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