Friday 29 de March de 2024
TURISMO | 19-04-2018 14:30

USA a través de sus estadios

Para muchos, es más interesante conocer la idiosincrasia del país visitando los campos de deportes en lugar de monumentos.
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En los Estados Unidos, el deporte profesional es un

gran espectáculo. Ya sea fútbol o baloncesto, en ningún lugar del

mundo el nivel de juego es tan alto. Aquí el deporte es en parte una

segunda religión que atrae incluso a visitantes que no son

aficionados pero quieren vivir la experiencia.

En el Yankee Stadium del Bronx juegan los New York Yankees, un equipo de béisbol conocido mundialmente. En el American Airlines Center, Dirk Nowitzki defiende la camiseta de los Dallas Mavericks desde hace casi 20 años y el Lambeau Field, en la

pequeña localidad de Green Bay en Wisconsin, es el estadio de la NFL que se utiliza desde hace más tiempo y la casa de los Packers, uno de los clubes con más tradiciones y éxitosos.

En este país hay cuatro grandes ligas deportivas con relevancia

a nivel mundial: la de baloncesto NBA, la de hockey sobre hielo NHL,

la de béisbol MLB y la de fútbol americano NFL. Sus seguidores

conocen a las estrellas por los partidos emitidos en directo y a

través de numerosos videos con los momentos más destacados que cada

una de las ligas cuelga en Internet de manera gratuita para todo el

mundo.

Pero poder experimentarlo en directo, en el estadio, es algo distinto.

Asistir a un partido puede ser el punto álgido de un viaje. O incluso

que todo el viaje gire en torno al deporte y a los estadios. También

hay una tercera posibilidad: acudir a varios encuentros y aprovechar

para visitar el país, como hace Jan-Hendrik Köhler.

Köhler se hizo hincha del fútbol americano tras pasar un año en Texas

como estudiante de intercambio. “Allí el fútbol es una

segunda religión”, cuenta. Desde entonces, este treintañero ha estado

varias veces en los Estados Unidos y ha incluido siempre en sus viajes

visitas a los estadios, casi siempre de esa disciplina pero también

de otros deportes. ¿Cómo se organiza?

Primero estudia el calendario de partidos. El de la NFL, por ejemplo,

se suele publicar a comienzos del verano del hemisferio norte. Entonces comprueba dónde van a tener lugar los encuentros interesantes y qué ciudades no

conoce todavía. “Suelo buscar regiones donde se disputan varios

encuentros y que sean atractivas como destino de vacaciones”. Un

ejemplo sería Miami, cuna de los Dolphins (NFL), de los Heat (NBA),

de los Marlins (MLB) y de los Florida Panthers (NHL).

Una vez que ha trazado el plan, Köhler busca los vuelos y hoteles por

cuenta propia. Aquellos que prefieran ir con un viaje organizado

pueden recurrir a los distintos paquetes que se ofrecen. ”Muchos sólo quieren pasar entre tres y cinco noches en el país y asistir a un par de partidos, otros en cambio prefieren quedarse más tiempo”, dice Ringo Goldmann, director comercial de

Fairflight, un operador turístico especializado en viajes a Norteamérica y que, desde hace 15 años, también ofrece viajes a partidos de las grandes ligas estadounidenses.

Hay paquetes cerrados pero, a menudo, los clientes preguntan por

competencias especiales a las que quieren asistir. Para ellos se

organizan viajes individuales. Sobre cómo se ha desarrollado la demanda hay distintas opiniones. Desde que los partidos de la NFL se emiten en directo en televisiones

de todo el mundo, aumentó el interés por este tipo de viajes, dice Tom

Rostek de Dertour. Esta agencia de viajes ofrece paquetes para partidos individuales de la NFL y para la Super Bowl, el encuentro final de la liga, que es el preferido a pesar de sus elevados precios.

En Fairflight los viajes que incluyen la visita a un partido suponen

alrededor del 10 % del total de ventas, calcula Goldmann, que también informa sobre un aumento de la demanda para partidos de la NFL. En general, los pedidos para los partidos de las ligas profesionales se incrementaron enormemente, siendo el fútbol americano, el hockey sobre hielo y el básquet más populares que el béisbol, dice Fabio Negro, gestor de producto para el mercado estadounidense de un

operador turístico. “Justamente, en Nueva York vendemos muchas

entradas”. En esta ciudad hay una inigualable densidad de equipos

profesionales: ocho en total, dos en cada liga.

Quien organice el viaje por su cuenta también tiene que adquirir las

entradas a través de las páginas web oficiales de los clubes o

plataformas de compra como Ticketmaster o Stubhub, esta última

recomendada por Köhlers. “Esta página muestra la ubicación exacta de

cada asiento en el campo”, explica. Por lo general, para comprar se

necesita una tarjeta de crédito. Köhler aconseja adquirir los boletos

en formato electrónico para que, al llegar al estadio, sólo sea

necesario enseñar el smartphone. Y porque facilita su venta online en

caso de no poder asistir finalmente al match.

Para los encuentros de fútbol americano merece la pena comprar con

tiempo. En la temporada regular cada equipo sólo tiene 16 partidos. A

modo de comparación, en la MLB tienen 162, es decir, diez veces más.

Por ejemplo, las entradas para los Dallas Cowboys, el equipo favorito

de Köhler en la NFL, se agotan a las dos o tres horas de ponerse a la

venta. Pero esto no quiere decir nada, ya que normalmente se pueden

obtener boletos de todas maneras. Los socios que no pueden asistir a

un encuentro venden sus localidades en plataformas on line.

“Estas entradas de reventa suelen ser más caras que las normales pero,

aún así, resultas más económicas que las ofertas de terceros”, explica Rosteck.

En general, él aconseja comprar los boletos únicamente a través de

proveedores oficiales y alerta sobre los precios del mercado negro.

Habitualmente es válida la siguiente regla: en la NFL hay que hacerse

con tickets lo antes posible. Para los partidos de las otras tres

ligas suele haber localidades de última hora, a menudo el mismo día

del encuentro, directamente en el estadio. Se trata de una opción para

los turistas que decidan asistir a un encuentro de manera espontánea,

algo que, en todo caso, merece la pena y no sólo por el deporte de

primera calidad.

Los eventos deportivos americanos también permiten hacerse una idea

de la cultura estadounidense. Antes de los partidos suena el himno

nacional, expresión del omnipresente patriotismo. “Cuando no se

conoce es impresionante -dice Goldmann-. Cada uno es libre de juzgar

si le parece bien o mal”. Por todas partes hay merchandising y los

vasos de plástico para refrescos y cerveza tienen un tamaño XXL, lo

que no deja de ser una expresión de la marcada fiebre consumista del

país.

Horas antes de un encuentro de la NFL se puede experimentar un

aspecto particular de la cultura local en los aparcamientos situados

alrededor del estadio. En las llamadas Tailgate-Partys, las parrillas

echan humo, hay cerveza, música y buen humor. Köhler recomienda

visitarlos: “Se entabla conversación muy rápido con la gente y ellos

se emocionan cuando se enteran de que has viajado a su país epecialmente para ver los partidos”.

Fotos: dpa

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Andy Meek

Andy Meek

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