En la llanura pampeana, donde la naturaleza se fusiona con la arquitectura, se erige La Plata, una ciudad soñada por visionarios y materializada por hombres con ambiciones grandiosas. Fundada por Dardo Rocha el 19 de noviembre de 1882 y diseñada por el arquitecto francés Pedro Benoit, esta urbe es una combinación perfecta de orden y belleza, un símbolo de lo que los argentinos aspirábamos a ser: una sociedad planificada y orgullosa de su legado. El motivo principal para conocer esta ciudad es su excepcional combinación de historia, cultura y arquitectura en una urbe única en el mundo. No sólo ofrece una inmersión en el diseño urbano meticulosamente pensado, también brinda la oportunidad de explorar hitos arquitectónicos como la majestuosa Catedral, maravillas en el Museo de Ciencias Naturales y experiencias astronómicas inmersivas en el Planetario.
Una buena sugerencia es iniciar el día con una caminata tranquila por las calles arboladas, rumbo a uno de los tesoros arquitectónicos más imponentes de América del Sur: la Catedral de La Plata. Inspirada en las iglesias europeas de Amiens y Colonia, su construcción comenzó en 1884 y se inauguró en 1932, aunque no se completó hasta 1999, con la finalización de la segunda torre. En su interior hay un museo que ofrece una ventana a la rica historia del lugar. Para cerrar una visita digna del mismísimo Rocha, basta con dirigirse hasta una de las torres, tomar el ascensor y llegar a la cima. Desde allí, la vista es sublime: el trazado geométrico perfecto de la ciudad se despliega bajo nuestros pies, alcanzando hasta el Río de La Plata.
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Museo de Ciencias Naturales de La Plata: un viaje en el tiempo
Con descanso breve o sin él, se sugiere continuar el recorrido hacia el Paseo del Bosque, donde se encuentra el Museo inaugurado en 1888. Su edificio neoclásico, adornado con motivos precolombinos, alberga alrededor de 4.000.000 de piezas y ejemplares que relatan la evolución de la vida en la Tierra. Una majestuosa escalinata de granito da la bienvenida y, al atravesar la entrada con columnas corintias, el visitante se sumerge en un mundo de descubrimiento. Las 20 salas del museo presentan desde la formación del universo hasta la diversidad de la fauna y flora actual. Cada exhibición está cuidadosamente diseñada para educar y fascinar tanto a adultos como a niños. desde ya, los fanáticos de los dinosaurios encontrarán un mundo para recorrer y dejarse fascinar.
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El Museo abre de martes a domingo de 10 a 18 y, durante las vacaciones de invierno, ofrece actividades especiales. Las visitas guiadas son a las 11 y 13, y están orientadas a los más pequeños, con temas de zoología y paleontología proporcionando una experiencia educativa divertida y envolvente. Las entradas se pueden adquirir en boletería a $ 3.500 abonando con tarjeta de crédito o débito, transferencia bancaria, u on line a $ 3.000 logrando el doble beneficio del descuento y el ingreso directo al museo.
Planetario de La Plata: explorando el universo
A medida que la tarde avanza, la visita recomendada es al Planetario de la Universidad Nacional de La Plata, un centro de divulgación científica inaugurado en junio de 2013. Con su tecnología moderna, incluyendo proyecciones digitales en 4K, el domo de 17 m ofrece una experiencia inmersiva que transporta a los espectadores a los confines del universo. Las funciones interactivas están disponibles todos los fines de semana y feriados. Aquí, se pueden ver cortometrajes producidos por astrónomos locales que explican la escala del universo y los satélites que orbitan sobre nuestras cabezas. También se puede disfrutar de una experiencia audiovisual única con la Montaña Rusa de Moebius, que muestra la potencia inmersiva del planetario. Está en Av. Iraola y Calle 118, Paseo del Bosque.
El Observatorio de La Plata: mirando a las estrellas
Para finalizar el paseo, parece buena opción el Observatorio Astronómico, para conocer los telescopios que han sido testigos de innumerables descubrimientos científicos. Este lugar, cargado de historia y de un sentido de asombro, invita a reflexionar sobre nuestra pequeñez en el vasto universo. La visita a La Plata no sólo puede ser un viaje físico, sino también una travesía hacia una mayor comprensión del mundo y nuestro lugar en él.
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