Friday 19 de April de 2024
TURISMO | 18-04-2018 17:24

Saltar de isla en isla en el oeste de Filipinas

La zona de El Nido es el nuevo paraíso para hacer excursiones rodeadosde naturaleza virgen y en un clima muy favorable
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EL NIDO (dpa) - Rocas calcáreas que se alzan verticalmente flanquean

la estrecha entrada a la laguna. Están cubiertas de plantas

trepadoras y pequeños árboles. Lianas de varios metros de largo caen al agua. Los últimos barcos con turistas han abandonado la laguna en la isla de Miniloc y están otra vez en mar abierto cuando José apaga el pequeño motor fuera de borda.

Su bangka, un barco pesquero filipino, se desplaza silenciosamente

hacia el hermoso paisaje de lagunas que se adentra en la

pequeña isla. José dirige el barco hacia una pequeña bahía. “El Big

Lagoon, bienvenido al paraíso”, dice el capitán, de 26 años,

mientras lanza el ancla al agua verde esmeralda. “A tirarse al agua y

a refrescarse. Nosotros en tanto vamos a preparar la comida”, explica

Sean, quien es una suerte de chica para todo a bordo del barco.

El clima es tropical húmedo y todo el mundo quiere refrescarse.

Andrés y Patricia López, dos españoles, exploran el mundo subacuático

con snorkel y gafas de buceador. De repente, Andrés sale a la

superficie. “Venid rápido. Aquí hay muchísimas mantarayas!”.

Emocionados, también los otros tres turistas en el barco se tiran al

agua y ahuyentan inmediatamente a las mantas. El paisaje recuerda al escenario de una aventura de James Bond. “Es como un baño en una tarjeta postal perfecta”, comenta Andrés. Pájaros exóticos multicolores aportan una acústica paradisiaca.

”La comida está lista. Vamos a subir a bordo otra vez”, grita Sean,

quien junto con su ayudante Ethan, ha sacado del agua y asado dos

peces gigantescos. Los sirve con arroz, tomates frescos y anillos de

cebolla y, de postre, hay frutas tropicales.

”Tuvimos suerte de haber salido más tarde que los otros barcos. De lo

contrario tendríamos que haber compartido la laguna con decenas de

botes de excursión”, asegura Andrés, un ingeniero originario de

Córdoba. Durante dos años está trabajando en Tokio. Desde Japón,

Andrés y su mujer, Patricia, intentan viajar todo el tiempo que

puedan por Asia. “Palawan era para nosotros uno de los más ansiados

destinos”.

Hasta hace pocos años, la localidad de El Nido todavía era un destino

secreto destinado a pocos turistas. Actualmente alcanzó fama mundial como paraíso.

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