Hay ámbitos que se destacan por la calidad de sus matungos, pero por sus distancias lejanas a las grandes ciudades suelen quedar muy a trasmano del pescador que debe
65 años de la primera cumbre en el Everest
planificar muy bien un largo viaje, o pedir turnos con mucha antelación si se trata de ambientes exclusivos o de cupo limitado. Otros, como la laguna Mar Chiquita de General Arenales, brillan por sus rindes parejos y una ubicación que la destaca en una zona de pocos espejos que den pejerreyes en abundancia, de medida en adelante. De allí que nuestra primera impresión al visitarla sea la sorpresa de ver una nutrida legión de aficionados procedentes del sur de Santa Fe, Pergamino, Córdoba, Capital Federal y Junín, siendo que allí tienen muy a mano la Laguna de Gómez. “Es que acá el pescadito es más parejo y el pique es constante”, resumió un aficionado mientras hacíamos los
aprontes para el embarque.
un desde el verano, tiene que ver con su interesante volumen de agua, pues el cuerpo de este espejo se halla hoy (crecido) en las 10 mil hectáreas (8 mil de cubeta pero 19 mil tomando toda la cuenca que está hecha un pequeño mar), recibiendo aportes de La Picasa y de la cuenca del Salado a través de la laguna de Teodelina, drenando a su vez hacia la de Gómez, mediante un flujo controlado por un terraplén y compuertas. En tanto, su profundidad media de 2,50 metros también brinda al peje muchas posibilidades de cambio en la altura donde se alimenta, principalmente del abundante plancton del espejo.Tras conocer a nuestro guía Omar, uno de los dueños de la empresa El Picante junto con su socio Paulo (ambos operan también en Junín), subimos a su cómodo trucker con nuestros compañeros Roberto Gil y Ricardo Paulucci, pescador de Wheelwright, Santa Fe, que frecuenta este espejo. Durante la lenta navegación, mientras remolcábamos otro de los botes de El Picante hacia la zona de Monte Adela donde íbamos a iniciar el primer garete, fuimos empapándonos de imágenes plenas de vida: vimos abundantes nutrias en las costas creando una verdadera red de túneles en las barranquitas, carpas en zonas bajas y arroyitos taileando y hocicando de forma desenfrenada y un sinfín de aves acuáticas que eligen este humedal como paraíso.
Nota publicada en la edición 511 de Weekend, abril de 2015. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al tel.: (011) 4341-7820 / 0810-333-6720. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.
06 de abril de 2015
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