La fuerte baja de temperatura en estos últimos días permitió poner a pleno la actividad del pejerrey en distintas zonas de nuestro país, y una que se destaca por sus ámbitos y calidad de pesca es Córdoba, razón cual por la cual decidimos llevar adelante un relevamiento visitando algunos de sus pesqueros.
Para poder traerles este informe contamos con el apoyo de Carlos Ochetti responsable del área de promoción de pesca de la agencia Córdoba Turismo quien nos invitó a hacer base en la pintoresca localidad de Villa del Soto a unos 150 kilómetros de la capital provincial y con todo listo, partir al día siguiente hacia el primer destino, Cruz del Eje.
Ocho pesqueros cordobeses que picaron en punta
Los Molinos giran al ritmo de los pejerreyes
Este sitio, además de ser un lugar ideal para la práctica de deportes náuticos, este dique es un buen sitio para descansar en sus extensas playas. Construido en 1943 y remodelado en 1980, se transformó en todo un ícono turístico de la zona, con uno de los paredones más largos de Sudamérica. Allí no espero el guía Franco Catalfamo recalcándonos que la única dificultad a sortear era el viento, porque cuando sopla con intensidad anula por completo la posibilidad de embarcar debido a la profundidad de sus aguas y el fuerte oleaje que se produce.
Franco quien cuenta con una amplia embarcación adecuada a la pesca en el dique, además brinda los equipos al turista, algo que en nuestro caso fue un detalle esencial para el éxito de la nota que íbamos a realizar debido a que son muy sutiles y desarrollados para marcar el pique al mínimo toque. Pescamos con un balancín que bajaba hasta unos 10 metros de profundidad frenado por un delicado paternóster que trabajaba vertical y que cuando el pez tomaba el cebo que se le ofrecía se recostaba o salía hacia un costado. El pejerrey es muy voraz y atacaba con fuerza las carnadas por la cual compiten, en general son medianos, de boca chica, robustos y sumamente vigorosos desconcertándonos entre la relación pique y tamaño.
Las aguas son sumamente limpias y sin enganches que incomoden, por lo que se hace una pesca entretenida y vertiginosa por momentos, con la ventaja de no tener que navegar mucho para estar ubicados en algunos de los lugares de pesca. Las carnadas que se utilizan son el camarón y la mojarra las cuales podemos alternar dependiendo de lo que este caprichoso pez prefiera, a nosotros en especial la primera fue la que mejor nos resultó. El ámbito aislado y cuidado a la vez proporciona campo para una gran reproducción, y prácticamente hay una superpoblación de este pez, por lo cual se permite su extracción con cupos generosos que determina la Administración de Secretaría de Ambiente en cada temporada.
Recordemos que se debe pescar con permisos de pesca, los que se obtienen en la página de la Secretaría de Ambiente.
Servicios: Guía de Pesca: IG: @franco_catalfamo
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