El agua tanto del río Paraná como del Uruguay avanzan sin escala y los más afectados son las familias que residen en la zona costera, las primeras que sufren el rigor de un agua que corre con fuerza. Al mismo tiempo, los pescadores realizan la actividad deportiva, con regiones donde aún no ha llegado el pico de la creciente, o bien, guías que tienen contratadas sus excursiones y, por ahora, tienen condiciones acordes para intentar con la pesca.
En ese marco, rescatamos algunos hechos de los tantos que se reiteran en redes y portales del país, con aficionados a la caña que se encuentran con ciertas situaciones y no escapan a ellas. En Itatí, por ejemplo, en la provincia de Corrientes, en una emotiva muestra de devoción y solidaridad, un grupo de pescadores y vecinos de la localidad se unieron para rescatar una imagen conocida como la Virgen blanca que se encontraba en una situación de riesgo de caída debido a la crecida del río Paraná. Utilizando una embarcación, llevaron la figura religiosa río arriba hasta alcanzar la Escalera Mosaiqueada, donde la alzaron cuidadosamente. La decisión de rescatar la imagen de la Virgen se tomó debido a la creciente del río Paraná, que alcanzó una altura de 7.85 metros en la localidad de Itatí y generó la declaración de estado de evacuación por parte de la Prefectura Naval Argentina.
Otro hecho tiene que ver con la provincia de Chaco, donde un grupo de pescadores rescató a un tatú mulita que se encontraba en peligro. En las imágenes se puede observar el momento exacto en que el animal es salvado y cómo lo devuelven a la costa. Junto con el video, que se replica en la red social Instagram, Leandro Tomassone escribió: "La gran creciente anegando los sectores bajos de las islas obliga a la fauna a tener que buscar lugares más elevados para sobrevivir".
Volviendo a Corrientes, en las aguas del Paraná en la playa Arazaty de la capital provincial, un correntino de 51 años fue arrastrado en la noche por la fuerte correntada. Cuando se pensaba lo peor, por fortuna, el hombre apareció con vida. Unos pescadores lo habían rescatado luego de verlo flotando aferrado a una rama. Según se dijo, estuvo toda la noche así y soportó la potencia de la corriente como la baja temperatura. Se acercó a declarar, y esta persona les habría relatado a los policías que “unos pescadores, lo ayudaron a venir hacia la orilla”. No se sabe en detalle a qué hora y en qué circunstancias, lo encontraron vivo y lo acercaron a la costa.
En Santa Fe, en tanto, una pareja que pescaba en el camping municipal, logró un peso pesado, nada más y nada menos que un bolsón con un contenido sospechoso. Según reportó la policía de Pueblo Esther, el mismo contenía 25 panes de aproximadamente de un kilogramo cada uno de cocaína de alta pureza, valuado entre siete y ocho millones de pesos cada uno.
Si algo caracteriza al pescador es la solidaridad, ejemplo de ello, las miles de cruzadas o colaboraciones ante las crecidas que han necesitado de su esfuerzo. Historias de animales salvados, como otras situaciones similares, seguirán inundando las redes al paso del agua que, esperemos, detenga su avance y no genere complicaciones.
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