El mercado de hoy nos pone en un brete a la hora de adquirir un equipo de pesca o alguno de sus componentes esenciales. ¿Por qué? Seguramente, y en primera medida, por la gran variedad de elementos que nos ofrece el mercado. Mas aún si no vamos con una idea fija de qué adquirir o de un rango de productos ya seleccionados. En esos casos es muy probable caer en un gran blanco donde empezaremos a dudar entre qué adquirir y qué otra mejor opción podamos ver. En el comercio esto seguramente termine con la pregunta que más escuchamos cuando estamos cerca de un vendedor: "El fin de semana voy a pescar pejerrey, necesito un equipito…". " Ok, ¿qué busca?", responde él, y ahí ya nos metimos en una zona de grises con tantas tonalidades como deseemos. Y no está bien.
El tipo de equipo para el pejerrey difiere según los ámbitos que se frecuenten. Pescar en el Río de la Plata embarcado no es lo mismo que en una laguna embarcado, menos aún en una laguna de costa. Tampoco es lo mismo una laguna bonaerense que un embalse del interior de nuestro país. Ni siquiera se parece una pesca de pequeños ejemplares en los muelles de clubes de pesca sobre el Guazú, con buscar pejerreyes de porte ya más crecidos en el mismo lugar, y esto ya deriva directamente en el tipo de aparejos que se debe usar en cada una.
Por otro lado, supongamos que intentamos pescar con el mismo equipo en cualquier ámbito, lo cual en la Argentina es muy común. Y como somos seres dotados de (gran) ingenio, seguramente lo logremos, pero resignando en algunos casos eficacia y, en otros eficiencia. También está la posibilidad de resignar ambos a la vez. Para que ello en parte no ocurra, en este caso puntual nos vamos a enfocar en los reeles, que si dividen en dos grandes grupos: frontales y rotativos, y que quizás nos permitan apuntar con criterio a cubrir nuestra necesidad.
Los conocidos frontales Escualo o Mittchel franceses automáticos, que en su época eran reales Fórmula 1, fueron en su momento los mejores, pero ahora nos encontramos con pesos muchos más livianos, con cantidad de rulemanes que hacen fluido el funcionamiento y con materiales increíblemente logrados. Ahora bien… en la práctica siguen teniendo la misma forma de los antiguos F1. ¿Y, entonces, cuál es la característica a favor de este tipo de reel? Su mayor virtud es que admiten una mayor capacidad de carga y, generalmente vienen con más de un carretel, lo cual nos da la posibilidad de llevar más de una carga e, incluso, de diferente estilo: multifilamento o nylon.
¿Cuál es la boya que más atrae a los pejerreyes?
Diferentes modelos de reeles frontales.
En la otra vereda tenemos a los rotativos. Si hablamos de pejerreyes, para pescar gareteando, y más aún a distancia, es la opción más recomendable. Punto a favor de este tipo de reeles es que a igual capacidad, en comparativa, los nuevos rotativos son mucho más potentes, cosa que no aplica mucho a la especie que estamos hablando, pero migrando a otra pesca es importante tenerlo muy en cuenta, dado que particularmente este componente puede ser utilizado en más de un tipo de caña y más de un tipo de pesca.
Dos modelos diferentes de reeles rotativos: convencionales y huevitos, ambos de bajo perfil.
Otro punto a tener en cuenta es la capacidad del reel y la real capacidad que vamos a necesitar en ese “equipo” para “esa pesca”. Primero y principal, ¿pescamos con nylon o con multifilamento? Ambos ofrecen características diferentes, una más útil que la otra, según al ámbito adonde vamos a realizar la pesca. El multifilamento no cede, no se estira y transmite toda la potencia de manera más directa que el nylon, por lo cual ante la especie en cuestión puede complicar las cosas dado a que su boca es blanda. Pero si, por ejemplo, vamos a ir a pescar al Río de la Plata recomiendo utilizar este tipo de sedal trenzado. En este estuario la “clavada” deberá ser más suave, tendiendo a afirmar y no a un golpe seco con una caña de acción tirando a blanda.
Por otro lado, el nylon se comporta de manera totalmente opuesta y, al tener esta característica de “estirarse”, quizá nos dé la posibilidad de no perder piques, por lo cual al utilizarlo en la pesca de pejerrey lo aplico a lagunas, embalses y ámbitos donde el aparejo no deba viajar a muchos metros, combinándolo con una caña un poco más potente. Punto para no olvidar entre el uso de estos dos, es que las brazoladas deben armarse de manera diferente, dado que pueden actuar como fusibles antes el pique de un pez de porte importante, pero estos son temas a desarrollar en otro apartado.
Agradecemos la colaboración de Martín Docampo de 100 x 100 Pesca.
Comentarios