Tuesday 16 de April de 2024
PESCA | 20-05-2019 12:33

Líneas especiales para los pejerreyes del dique Pichanas

La presa cuenta con una muy buena cantidad de flechas que se pescan a profundidad. Cómo preparar los aparejos para este pesquero.
Ver galería de imágenes

Desde la serena Villa del Soto, en el noroeste de Córdoba, visitamos el dique Pichanas, un sitio que permite pesca y actividades acuáticas sin motor. El pejerrey que se suele pescar es de tamaño superior al de la mayoría de los diques cordobeses, de lomo más negro y boca no tan pequeña. La modalidad en estos ámbitos difiere mucho de la que se acostumbra en lagunas, ríos o arroyos. Pocas veces se suelen utilizar líneas de varias boyas, que en Córdoba denominan chirimbolo. Solo se usan cuando el pejerrey está alimentándose cerca de la superficie, y se le colocan brazoladas largas, de entre 60 y 100 cm.

Equipos

Para el resto de los aparejos se hace un nudo corredizo sobre el nylon del reel y se coloca una perlita, un snap pequeño que va a sujetar la boya y luego el segundo snap que va a tomar la línea de pesca elegida. De esta manera se puede regular la profundidad recorriendo la totalidad de la columna de agua independientemente de la línea a utilizar. Si bien son varios los aparejos por los que los cordobeses pueden optar, la mayoría se inclina por la línea balancín, que puede ser utilizada a cualquier profundidad. Y también por el “aparatito”, que es muy similar al balancín pero diseñado para pescar sobre el fondo. Como última opción está la línea de vuelo, una especie de paternóster bien liviano. Todas compuestas por dos anzuelos, que es el máximo permitido.

Los equipos pueden diferir por preferencia de cada pescador. Para las líneas de tipo balancín o aparatito pueden elegirse cañas cortas, de entre 2,40 y 3 m, con acción de punta. Con este mismo equipo podemos trabajar la línea de vuelo, aunque con una vara que ronde los 4 m seguramente lograremos mejor clavada y comodidad a la hora de izar el pejerrey.

Piques interesantes

Mientras nos iluminaban los primeros rayos de sol, bajamos la embarcación por la rampa pegada al murallón del camping del SEP. El pronóstico era excelente para aprovechar el día completo. Cargamos parrilla, heladeras con comida, bebida y los equipos de pesca. Recorrimos unos mil metros hacia la costa opuesta y fondeamos sobre el veril a una profundidad de 20 m. En ese momento soplaba un viento sur que fue muriendo hacia el mediodía. El guía Martín Rodríguez, que también hace esta excursión en kayaks que él mismo provee, nos sugirió comenzar con líneas de vuelo a cuatro metros de profundidad. Al no obtener respuesta, fuimos alternando hondura en los distintos equipos. Uno a ocho metros y el tercer equipo a fondo con una línea de balancín.

0520 pejerreyes dique pichanas

El primer pique se dio cuando el sol nos obligó a quitarnos los abrigos, y a la profundidad inicial que había sugerido Martín: 4 m. Me sorprendió un llevar de boya completamente decidido que luego desapareció de la superficie. Una pequeña clavada bastó para comenzar a arrimarlo y disfrutar de su combate. La vigorosidad de estos pejerreyes es fascinante, porque siguen resistiéndose sobre la superficie y nadando hacia ambos lados, lo que dificulta su arribo a la embarcación. Con varios pejes más sobre el barco, llegó la hora de tomar un descanso. El avasallante sol nos impulsó a refugiarnos en la tupida costa, desplegar la parrilla y descansar unas horas a la sombra. Pero ni bien terminamos la siesta, comprobamos que el pique había mejorado notablemente. El pez estaba muy activo y las boyas no daban respiro. Los portes fueron siempre parejos, aunque levemente mejoraron de tamaño al caer el sol, y todos nos sacaron una sonrisa por su vigorosidad.

Guía en lancha o kayak: Martín Rodriguez. Tel.: (03548) 401341.

 

Podés leer la nota completa en la revista Weekend de mayo de 2019, n° 560.

También te puede interesar

Galería de imágenes

En esta Nota

Rodrigo Garcia Cobas

Rodrigo Garcia Cobas

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend