Wednesday 24 de April de 2024
PESCA | 13-05-2019 12:37

Las Barrancas están llenas de flechas

Relevamos una laguna del corredor de Ruta 2, que nos agasajó con lindos pejerreyes sin tener que transitar grandes distancias desde la Capital Federal.
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La realidad indica siempre que los pesqueros cercanos y de buenos accesos suelen carecer de buena pesca. Por el contrario, aquellos de acceso difícil, cupos controlados de pescadores o distancias enormes de los grandes centros urbanos, son los que mejores rindes tienen. El desafío en esta nota fue encontrar una laguna que –sin hacer distancias siderales desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires– nos permitiera cobrar buenos pejerreyes y, también, ir y volver en el día sin mayores desgastes. Esa laguna es Las Barrancas, la mejor de Las Encadenadas en estos momentos.

Junto a dos reconocidos guías de pesca –Jorge Damario y Pete López– visitamos el pesquero Las Barrancas, cuidado por Bebe Arroupe, para dar por comenzada la temporada de flechas. El día elegido hizo un calor inusual, factor que podía conspirar contra nuestros intentos, pero mucho más por sumar una ausencia absoluta de viento. No obstante, fuimos con buen ánimo a buscarlos, trabajando al principio al garete para aprovechar el mínimo viento posible y hacer que se movieran las boyas.

0513 Las Barrancas pejerreyes

El huequito

Nuestros anfitriones se miraron y uno de ellos dejó caer la frase que pareció abrir las puertas de Sésamo: “¿Vamos al huequito?”. Se trata de un particular claro ubicado en cercanías de la zona de La Escuelita, en la orilla opuesta al pesquero, que era el favorito del fallecido Jorge López, recordado guía de pesca de Ruta 2, con cuyo hijo estábamos pescando. El motor, a bajas revoluciones, nos fue arrimando hacia esa costa, hasta que directamente lo apagamos y realizamos un acercamiento a botador, para arrimar el bote de manera sigilosa.

Allí la laguna pareció tener otra lógica: los piques no se hacían desear y los portes eran mucho más interesantes, con varios ejemplares de 35 cm y algunos de 40 cm. Mantuvimos la constante de usar brazoladas bien cortas, exprimiendo cada centímetro del charquito del siguiente modo: como las boyas no se alejaban a falta de viento, cuando se cortaba un poco el pique movíamos el bote a botador un par de metros. Y allí se reiniciaba el ritual de tiro, pique y captura.

0513 Las Barrancas pejerreyes

Ensayos

Las boyas fueron tema de debate y en eso cada maestro con su librito: hubo pruebas con boyas plásticas y las clásicas de balsa, en tanto los guías coincidieron en señalar que –pese a que no era de su gusto– las tipo ping pong son muy generadoras de pique también en situaciones de poco viento. En cuanto a anzuelos, recomendamos no achicar los tamaños del 1: así se evitará sacar pejerreyes tragados y se ofrecerán bocados más dignos de un peje grande. Para éstos, nada mejor que encarnar una buena mojarra grandecita enhebrada de cola a cabeza, o dos pequeñas.

Fue una verdadera fiesta que se habrá prolongado durante una hora y media, hasta que, cerca del mediodía, la cosa empezó a aflojar. Pero sin dudas obtuvimos lo que fuimos a buscar: un espejo que nos muestre buenas poblaciones de pejerreyes, tamaños diversos y que permita al pescador medio volverse con algunos buenos matunguitos sin dejar el sueldo o volver fatigado en un viaje largo y cansador.

Guías de pesca: Pete López, cel.: (02241) 15538099; Jorge Damario, cel.: (02241) 15681791 y Jonathan Sarena, cel.: (02245) 15504202.

 

Podés leer la nota completa en la revista Weekend de mayo de 2019, n° 560.

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Wilmar Merino

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