Comenzaron las vacaciones y muchos incluyeron en el staff de viajeros a su mascotas. Salir acompañados de ellas implica un botiquín de primeros auxilios aparte y tener en cuenta las dolencias que pueden presentarse durante una estadía estival. Las mismas suelen aparecer aunque muchos dueños opten por dejarlas en lugares de tenencia temporaria, o acudan a algún familiar, amigo o vecino.
Para cuidar la salud de otros animales y la de las personas acompañantes es importante conocer las recomendaciones generales de profesionales previo a un viaje. Sea que este transcurra en nuestro país o en el exterior.
Check list de cuidados básicos
- Calendario de vacunación al día.
- Revisar la vigencia del antiparasitario.
- Si se viaja en auto, contar con la seguridad necesaria como un cinturón de seguridad especial y/o canil , que protege ante frenadas.
- Un kit de limpieza para una descompensación inesperada: toallas desinfectantes, rollo de papel y bolsas de descarte.
- Regular la alimentación en las horas previas al viaje. No deben comer nada en lo posible al menos 5 horas previas al viaje.
- El líquido es importante. Conviene llevar una botella para la hidratación, aunque muchos paradores de ruta ya proveen en su opción pet friendly bebederos y guinches para atarlos mientras sus dueños consumen o recargan combustible en sus espacios externos.
- Llevar toda la documentación sanitaria correspondiente y corroborar las exigencias del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en el lugar de destino.
- Consultar con su veterinario antes de aplicar cualquier sedante, en caso de ver que pueda ser necesario (cachorros o animales no acostumbrados a viajes largos).
Consejos profesionales
A los cuidados generales del transporte hay sumarle las enfermedades que pueden aparecer y de fácil contagio y propagación.
- Tos de las perreras: Se tramite por contacto directo entre los hocicos, una posibilidad muy común cuando se comparte tiempo con otros animales. Esta enfermedad del tracto respiratorio es muy contagiosa y suele afectar más que nada a los perros “sociables”, por eso es importante que dos perros no se saluden con otro que desconocen.“Los síntomas son tos seca y áspera, secreción nasal, secreción ocular, taquipnea (respiración más rápida) y dificultad para respirar. Esta enfermedad está asociada principalmente a la bacteria Bordetella bronchiseptica pero puede también ser ocasionada por otros virus y bacterias” , enfatiza Walter Comas, Director de la unidad de negocios de Animales de Compañía en Argentina de MSD Salud Animal. “Los más afectados pueden ser cachorros, perros en edad geriátrica y razas como el pug y el bulldog francés, por lo cual sus tutores deberían prestar más atención, ante cualquier señal es importante consultar con un médico veterinario” .
- Pulgas y garrapatas: Pueden transmitir distintas enfermedades tanto a los animales como a las personas, por esta razón es muy importante prevenir su presencia. Son muy activas durante el verano y nuestras mascotas quedan muchos más expuestas. Las garrapatas, por su parte, se alimentan de sangre y pueden transmitirles enfermedades, especialmente a los perros, como la Babesiosis, Hepatozoonosis, Erlichiosis, etc., y a las personas ( dolencias del tipo zoológicas) , la enfermedad de Lyme o la fiebre de las Montañas Rocosas, que suele darse en EE.UU. Es necesario siempre revisar la vigencia de las pipetas o collares y ante la duda recambiarlas antes de la partida.
- Leishmaniasis: Es una de las enfermedades endémicas que suelen estar presenten en ciertas zonas de destino. En Argentina , por ejemplo, en provincias como Misiones, Corrientes, Formosa, Santiago del Estero, Entre Ríos y/o Córdoba, pero también puede estar en el exterior. La visceral canina, es una zoonosis (que afecta tanto a personas y animales), producida por el parásito Leishmania chagasi. Se contagia por la picadura de un insecto volador llamado flebótomo que actúa como transportador del parásito Leishmania. El flebótomo es más pequeño que un mosquito, pero a diferencia de ellos, se desarrollan en la materia orgánica y requiere de un ambiente oscuro, húmedo y fresco para reproducirse. Típicos de algunas zonas como las antes mencionadas. Los síntomas más comunes son lesiones en la piel (como úlceras que no cicatrizan), pelo opaco, crecimiento de las uñas, adelgazamiento, fiebre irregular, agrandamiento de hígado y bazo, inflamación generalizada de los ganglios y anemia. Para repelerlas es necesario:
- Usar productos repelente e insecticida, muchas pipetas ofrecen esta protección, de solo 3 semanas de duración.
- Colocar un collar especial que brinda hasta 1 año de protección.
- Vacunar -en países que cuentan con esta opción- es una herramienta de prevención muy efectiva, pero no reemplaza la necesidad de utilizar repelentes.
- Cuando sea posible, evitar que los perros estén al aire libre durante la noche.
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