Los megayates están pensados para un muy público muy pero muy selecto, por lo que siempre hay que ofrecer algo más que lo último en tecnología y comodidad; hay que ofrecer algo que sea realmente único. Esto lo tiene muy claro Pierpaolo Lazzarini, quien ha diseñado una de las embarcaciones más raras que hemos visto en los últimos tiempos: Avanguardia, un enorme yate con forma de cisne.
Su nombre, que en español significa “vanguardia”, se debe a su puesto de mando, una especie de torre articulada que se puede mover y bajar hasta el nivel del agua. Una vez que se posa sobre esta, la cabina se desprende de la torre y se convierte en una embarcación de 16 m de largo que puede navegar de forma independiente al yate.
Este megayate tiene 137 metros de eslora y una capacidad para 24 pasajeros. Todos los aspectos de la embarcación se controlan desde la peculiar torre, que puede moverse y colocarse en diferentes posiciones, incluso bajar hasta el centro del yate. Tal como lo hace un cisne.
En la zona de popa de la cubierta se encuentra un pequeño puerto con dos “cápsulas jet”, también diseñadas por Lazzarini. Estas funcionan como pequeñas embarcaciones individuales, que cuando están acopladas al casco del yate pueden darle propulsión extra.
El Avanguardia estará equipado con dos motores eléctricos, ubicados en los laterales, y otro central, un MTU Rolls-Royce que moverá la embarcación a una velocidad máxima de 18 nudos.
Pierpaolo Lazzarini es conocido por sus excéntricos e innovadores diseños, que van desde yates, motos y convertibles, hasta futuristas autos voladores.
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