El Día Internacional de la Tierra es una fecha concebida para generar conciencia sobre las diferentes problemáticas que están dañando a nuestro planeta. Más allá de ser una cuestión de enorme magnitud, cada uno de nosotros, desde su lugar, puede aportar su granito de arena para ayudar en el cuidado del medio ambiente. Estos hábitos te pueden ayudar a reducir tu huella de carbono, es decir la cantidad de gases de efecto invernadero producida durante tus actividades diarias.
Al espacio con energía solar
Racioná el consumo de agua: la clave es no desperdiciar, por lo que solo debemos abrir la canilla cuando sea exclusivamente necesario. Debemos acostumbrarnos a mantenerla cerrada cuando nos cepillamos los dientes o nos afeitamos. Si lavamos los platos, primero podemos enjabonar todo y después enjuagar, lo mismo podemos hacer a la hora de ducharnos.
Cómo crear una botella solar en 4 pasos
No uses bolsas de plástico: cada una tarda 150 años en degradarse, así que no es muy difícil imaginar el daño que le ocasionamos al planeta si por cada compra que realizamos una o más bolsas de plástico terminan en la basura. Siempre que vayamos al supermercado o a cualquier comercio, llevemos una o más bolsas de tela, son resistentes, tienen mucha capacidad y las podremos usar todas las veces que queramos. Hay que recordar que una de las claves del cuidado del medio ambiente es la reutilización.
Nuevos sistemas de energía solar
Recicla y reutiliza: el mayor pecado de nuestro estilo de vida es que cada objeto está pensado para ser utilizado una vez y después ser desechado. Antes de tirar cualquier cosa a la basura, debemos pensar si no le podemos dar otro uso. Por ejemplo, un frasco de café vacío se puede volver a llenar con café molido o algún condimento o especia; incluso lo podemos convertir en un portalápices. También evitemos las botellas de plástico, utilicemos envases retornables o de vidrio cuando podamos.
Gorras con linternas de LED
Consumí menos carne: parece un chiste, pero el consumo de carnes rojas daña al planeta debido a las heces y los gases de las vacas, que sueltan altísimas cantidades de gas metano. En general, consumimos una cantidad excesiva de carne roja. Tranquilamente podemos llevar una vida más saludable comiendo menos carne y con una dieta más variada y balanceada.
Utilizá menos electricidad: la forma más sencilla de hacerlo es optando por lamparitas de bajo consumo. Las luces LED o las lámparas compactas fluorescentes consumen entre un 50 y hasta un 70% menos de energía. Además, también debemos acostumbrarnos a no dejar la luz prendida en las habitaciones donde no hay nadie. Puede resultarnos incómodo o poco agradable, pero un cuarto a oscuras implica un menor daño al medio ambiente.
Desenchufá lo que no estés usando: por más que esté apagado o en modo stand by, cualquier electrodoméstico o dispositivo electrónico que esté enchufado consume electricidad. Para reducir el gasto, lo mejor es desenchufar todo lo que no estemos usando. Esto aplica también al cargador de celular, que muchos dejan enchufado por más que no esté conectado al teléfono.
No abuses del auto: usalo cuando no tengas otra opción, en caso contrario volcate por el transporte pública o la bicicleta si la distancia no es muy grande, que además no genera ningún tipo de emisión y te ayuda ejercitar el metabolismo.
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