Lo que antes era una de sus principales atracciones turísticas, hoy se ha vuelto una verdadera pesadilla para los habitantes de Lopburi, en Tailandia. Desde hace semanas los vecinos viven refugiados en sus casas debido a que alrededor de 6.000 monos salvajes coparon la ciudad, dando lugar a una situación que claramente se salió de control.
Los animales eran una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, que en un primer momento vivián recluidos en un templo cercano. Pero con la llegada del coronavirus y la posterior cuarentena, los turistas que los alimentaban dejaron de llegar. Paulatinamente los monos empezaron a invadir las calles y los edificios, hasta el punto que varios comerciantes se vieron obligados a cerrar sus puertas. Incluso algunos han decidido hacerse cargo de la alimentación de los animales, en un intento por poner un freno a la situación.
¿Los animales tienen recuerdos?
Una cuestión importante a tener en cuenta es que la población de monos se multiplicó en los últimos tres años. Hoy en día son más de 6.000 primates que conviven con 27.000 seres humanos. "Nosotros vivimos en una jaula y los monos viven en libertad", aseguró Kuljira, dueña de un negocio ubicado en el centro de la ciudad, a los medios locales. “Los excrementos están en todas partes, el olor es insoportable, sobre todo cuando llueve”, agrega.
Los animales han invadido las calles en buena medida para buscar comida, que antes les era suministrada por los turistas que visitan el templo donde vivían. Para revertir la situación, en marzo las autoridades iniciaron una campaña de esterilización, la primera en tres años, con el fin de castrar a 500 machos y hembras para frenar su proliferación. Aun así, se teme que la medida no sea suficiente, por lo que se está buscando otra solución, como sacarlo de la ciudad y agruparlos en otro lugar construido especialmente para ellos.
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