Se hizo esperar: la pandemia obligó a desacelerar su entrega y así fue que casi congelado, tal como remite su nombre a una heladera, se convirtió en el auto eléctrico más veloz del mundo y el más esperado por la elite de clientes que año tras año puede acceder a él. El Rimac Nevera es un hypercar 100 % eléctrico. Si bien no existe una definición precisa para determinar qué es un hypercar, en esencia, se trata de un vehículo que cumple los máximos estándares en cuatro apartados principales: tecnología, prestaciones, exclusividad y diseño.
De origen croata, viene dando que hablar desde hace tiempo por sus detalles de diseño; su interior fue firmado por Ignacio Martínez, un diseñador ecuatoriano que estudió en la Universidad de Buenos Aires. En su imaginación, en teoría, podía pasar los 400 km/h, pero al alcanzar los 412 km/h sus expectativas fueron superadas, convirtiéndolo en el auto eléctrico más veloz del mundo según la prueba realizada en el Automotive Testing de Papenburg, Alemania. Se trata de una pista compuesta por dos largas rectas de 4 kilómetros donde se probó la unidad, manejada por Miro Zncevic director de la división de pruebas de la compañia.
Pero los usuarios del hypercar, con un precio superior a los 2 millones de Euros, sólo pudieron alcanzar los 352 km/h ya que la velocidad máxima del vehículo está limitada electrónicamente (si bien se puede pedir a sus fabricantes que la liberen para ocasiones especiales).
Lo que se mantiene siempre inalterado es el 0 a 100 km/h de 1,9 segundos (1.900 caballos obtenidos de cuatro motores eléctricos).
Ingeniería en diseño y fashion
Bautizado Nevera en honor a una tormenta eléctrica potente e inesperada de las típicas que azotan las costas del mar Adriático, a simple vista, el diseño exterior, el de sus laterales, por ejemplo, posee una estética aerodinámica que incluye varias referencias o Easter Eggs, a la cultura, la de la vestimenta tradicional de sus creadores: a un rasgo que identificó a los soldados de su país, quienes usaban pañuelos unidos por un broche en el cuello, y que los italianos lo llamaron cravatta, en honor a los croatas.
Y como todo super deportivo de alta gama, ya tiene su propia línea de ropa para subirse y no dsentonar.Rápido, furioso y aunque para muchos inalcanzable, en varios sentidos, al menos la contemplación por ahora es gratis.
Fuente: Rimac factory, página oficial, InsideeVs
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