En el pasado Salón de Ginebra 2020, Koenigsegg Automotive AB presentó el Jesko Absolut, un auto deportivo que promete superar todas las marcas de velocidad establecida. Eso implica dejar atrás los 490,484 km/h con los que el Bugatti Chiron Sport 300+ se coronó como el auto más rápido del mundo.
Cuando fue presentado, la marca aclaró que "nunca se esforzará en fabricar un automóvil de carretera de producción en serie más rápido", toda una declaración de principios que da a entender que van muy en serio con sus aspiraciones. "Si surge la oportunidad, el Jesko Absolut estará listo para hacerse con la corona -de velocidad-, independientemente de quién la tenga", declaró hace un mes Koenigsegg.
Para alcanzar tan ambicioso fin, el constructo sueco ha equipado al Jesko Absolut con un motor biturbo 5.0 V8 naftero capaz de desarrollar 1.316 CV, que se convierten en 1.622 CV con un par motor máximo de 1.500 Nm si se alimenta de E85. Se trata de la unidad térmica más potente de la firma hasta la fecha, superando los 1.115 CV que concede el tres cilindros en línea de 2.0 litros del flamante Gemera.
Los increíbles intentos por reinventar la rueda
Además, está equipada con una caja LST de embrague múltiple de nueve velocidades. La misma fue diseñada y construida por Koenigsegg y pesa solamente 90 kg, mientras que los cambios DCT modernos de alto rendimiento tienen un peso de 120 kg.
Una de las cuestiones más interesantes de su diseño es la eliminación del alerón trasero, el cual Koenigsegg reemplaza por dos aletas pensadas para reducir la resistencia aerodinámica, al mismo tiempo que permite una mayor estabilidad a altas velocidades. De esta forma, los 1.400 kilogramos de carga aerodinámica del modelo original se reducen hasta solo 150 kg en el Jesko Absolut.
La marca Koenigsegg está desarrollando una verdadera bestia de cuatro ruedas. Si se corona como el auto más rápido del mundo, es algo que se verá con el tiempo, pero motivos para ilusionarse hay de sobra.
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